lunes, 28 de noviembre de 2011

Lo que sucedió y salió del Getsemaní





Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”, Lucas 22:42.
En Lucas 22:39, leemos: “Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron”. El Señor llegó al Getsemaní, se fue a un huerto a la orilla del arroyo de Cedrón, en una plantación de olivas, ahí se dedicó a orar. Getsemaní significa prensa o molienda de aceite. En la aldea de Getsemaní se dedicaban a la producción de aceite, este aceite de oliva se usaba para uso doméstico y combustible. En la Biblia se lee que las vírgenes prudentes les dicen a las otras: “Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas” (Mateo 25:9), lo usaban como combustible.
Dios no nos hizo a nosotros robots, que actuamos como máquinas controladas por un ordenador y programadas para moverse ¡No! Él nos hizo a nosotros con libre albedrío. Sabe que el centro y el motor de todos nosotros es el alma; el alma está compuesta por el intelecto, por las emociones y la voluntad. El intelecto es una fuente de alimentación del alma que afecta nuestras emociones y puede afectar la voluntad; por ejemplo se puede tener una buena relación con un hermano, pero si alguien viene con un comentario malintencionado, entonces ¿qué ocurre? afectó sus emociones y afectó su voluntad, puede que ya no desee esa amistad.
Jesús aunque era Hijo de Dios era Hijo de Hombre, y como hombre tenía libre albedrío. En cierta ocasión dijo: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre” (Juan 5:19). Jesús iba sanando a los enfermos, resucitando muertos, su fama se esparcía por todos lados, pero el Padre lo llevó a cierto lugar (el Getsemaní), aunque Jesús sabía el motivo de su venida. En el servicio que Dios me ha permitido darle he podido encontrar algo que muchos declaran: “Señor aunque venga la muerte, yo no voy a temblar”, mejor espere enfrentarse a ella y después vamos a ver qué puede decir, porque no es fácil, una cosa es estar hablando y otra cosa es estar en medio de la turbulencia.
En una ocasión salí con unos hermanos y con mi hija mayor, le dije a ella que teníamos que cruzar un río, y después de hacer el trabajo me dijeron los hermanos: “¿Nos podemos bañar?” yo les dije que si, y a mi hija le advertí que no se meta porque acababa de comer, ella me dijo: “No papá, por los tobillos nomás”, después hasta las rodillas, después hasta los lomos y después casi se ahoga. Y cuando me di cuenta estaba por el fondo, me tiré al agua para ayudarla y la logré sacar, pero me quedé en el fondo con una congestión bien terrible, las manos encogidas, yo sentía que me iba, y ahí le dije al Señor: “Que gozo me da porque voy a verte pronto”, cuando en eso sentí que alguien me tiró para arriba. Este es un momento en el que uno se da cuenta si de verdad es de Dios.
En Belice (en la obra misionera) mi atacó un virus, que estaba dando en forma benigna y maligna, y a mí me dio re-maligna porque el diablo quería acabarme, y la doctora le dijo al hermano que me llevó: “Así como está al tercer día se muere”. En dos días perdí quince libras de peso, al tercer día caí en estado de coma; en ese estado uno no sabe si se cayó o se golpeó, no sabe nada de eso. Yo experimenté un gozo increíble, nunca lo he sentido en ningún culto, sentí un gozo tan tremendo y en mi espíritu yo retaba a la muerte y le decía: “Venga y haga lo que tiene que hacer, quiero irme de aquí”, pero como la muerte está sujeta a Dios y ella no se movía ni me hacía caso, oí (no vi nada) una voz del cielo que dijo: “El siervo está enfermo, hay que sanarlo”. Me levanté como si nunca hubiera tenido nada, había sido sanado.
Una de las cosas que el Señor no dijo es que los pastores por la fe vivirán, Él dijo: “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Aunque dicen: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). Si hay justos, los que han sido justificados por los méritos de Jesús, entonces el justo por la fe vivirá; eso no quiere decir que no va a estar exento de los ataques del diablo, de los ataques de su propia carne y de su voluntad, porque cuando nos vemos en la prensa actuamos bajo nuestra propia voluntad. Dios nos va a preparar, porque nosotros tenemos que enfrentar los momentos más difíciles.
Y el Padre llevó a su Hijo al huerto del Getsemaní. “Y estando en agonía, oraba más intensamente…” (Lucas 22:44) y “…comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera” (Mateo 26:37), dice que se angustió. Y quién es el angustiador, es el enemigo de Dios. Ese enemigo pudo haberle dicho: “Ahora sí está perdido, ahora ya fracasó”. Pero él (el angustiador) comienza a afectar nuestras emociones para ver si variamos el propósito de la voluntad de Dios. El Señor no ha podido hacer muchas cosas con su vida porque no se lo ha permitido; Dios es Todopoderoso y puede obligarlo, pero no quiere eso, Él quiere que sea de su propia voluntad, de su propia decisión. Aunque se vea el horizonte negro, aunque no vea nada; le recomiendo que lo vea con los ojos de Dios, que detrás de esa oscuridad, de ese horizonte negro hay una gran victoria.
Entonces Dios va reuniendo a los que necesita en el Getsemaní, en Lucas 22:43 dice: “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle”, para confortarlo. A pesar de que nos está cayendo palo y garrote, y el diablo angustiando y diciendo que no servimos para nada, que estamos acabados, y que de esta no vamos a salir. Dios tiene al Espíritu Santo, quien nos va a traer la consolación y la fortaleza. Dios juntó en el Getsemaní a tres personas: Dios, el diablo y usted; el diablo afectando las partes emocionales, Dios animándole y usted viendo a cuál de los dos va recibir.
A Jesús le afectó su humanidad, y dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa…” (Mateo 26:39), en su oración pedía al Padre si había otra manera de hacer las cosas. Pero el plan de Dios no fue improvisado, ese plan ya estaba desde antes de que el primer hombre cayera. Dios nunca hace las cosas por hacer, todo lo tiene bien trazado. Cuando estaba llegando el momento difícil, el Hijo empezó a sentir sobre su vida que la carga era muy grande, no le era fácil porque era el Hijo del Hombre. Jesús nunca actuó como Dios, en esta situación peleó como hombre contra el diablo, así el Hijo le enseñó al diablo que un hombre puesto bajo la voluntad de Dios puede aplastarlo y derrotarlo.
Cuando Jesús dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”, Mateo 26:39. Dice que Él estaba arrodillado, estaba angustiado en una forma terrible, incluso “era su sudor como grandes gotas de sangre” (Lucas 22:44); los médicos dicen que cuando un persona es sometida a un sufrimiento fuerte, se abren los poros de tal manera que se rompen los vasos capilares y suda sangre, usted puede imaginarse la forma en que estaba angustiado, Jesús sabía que le venía una situación difícil y una cruenta muerte. Cuando Jesús dijo: “Si es posible, pase de mí esta copa”, el diablo y los demonios celebraron su aparente victoria; pero sabemos que Jesús estaba de rodillas y que no se había levantado, todavía no había sellado la derrota del enemigo.
Usted delante de Dios puede decirle que se siente caído, que se siente perdido, que le dejaron sus mejores amigos, que sus amigos le botaron, le dieron una patada ¡Diga lo que quiera! Pero al final diga: “Hágase tu voluntad y no la mía”, porque cuando usted le esté confesando de rodillas a Dios todas sus debilidades y todos sus sentimientos, mientras no se levante de allí usted no ha sellado su derrota, cuando a través de esa amalgama de situaciones le llegue a decir al Señor que Él haga su voluntad, entonces usted ha triunfado. El enemigo cuando oyó de Jesús esta exclamación: “No se haga mi voluntad sino la tuya, tu voluntad”. Eso fue un golpe fuerte para el diablo, al enemigo de Dios se le acabó la fiesta. Cuando Jesús aceptó aquella voluntad, se le permitió agarrar la cabeza del angustiador, la cabeza de la serpiente antigua.
Luego apareció Judas (el que lo traicionó) y le sucedieron diversas situaciones, pero todas esas cosas ya no le iban a afectar, porque el Padre ya le había entregado en sus manos al enemigo. El Hijo fue voluntariamente a la cruz del calvario, mas al diablo se lo llevaron arrastrando, y quizás queriendo hacer componendas con Jesús para no llegar a tanto. Fue arrastrado a la cruz del calvario, y allí en el monte de la calavera se presentó la gran pelea ¿Cuál pelea? del león rugiente contra el León de la tribu de Judá, y todos nosotros esperando oír el grito de victoria del León de la tribu de Judá, y lo oímos: ¡Consumado es! Eso era señal de que había derrotado al enemigo, que le había aplastado la cabeza, “y despojando a los principados y a las potestades, les exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).
Al que hace la voluntad del Señor, Dios le entregará a sus enemigos en sus manos, y sabemos que “en Dios haremos proezas, y Él hollará a nuestros enemigos” (Salmo 60:12; 108:13). También la Biblia dice: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos” (Salmo 40:1-2). Y entonces en esa pelea, Jesús aparece sustituyéndonos en la muerte, y aparece después sustituyéndonos como en la condenación porque descendió a los infiernos, no solamente les predicó a los incrédulos para que digan que la Palabra se había cumplido, después se levantó y resucitó dándonos la vida, porque si Cristo no hubiera resucitado vana es nuestra predicación.
Sabemos de compañeros que fueron muertos, dentro de los planes de Dios, dentro de la voluntad de Dios, pero esa sangre que cayó regó la tierra donde pronto germinó, como dijo el Señor: “Si el grano de trigo no cae y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24). Y los frutos lo están recogiendo las esposas que aceptaron la voluntad de Dios; lloraron y sufrieron, pero siguieron caminando, la Biblia nos dice: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla”, Salmo 126:6. Llore todo lo que quiere, pero no pare de caminar, Dios no le dice que no llore, pero no pare de caminar, porque estamos dentro de su gracia para aceptar su voluntad, porque este camino que va para el cielo solo lo conoce el Espíritu Santo y Él es quien nos guía.
Muchas veces como pastores decimos: “¡No, eso no puede ser! Señor déjeme que yo lo haga y va ver”, y verá el desastre que hace. Por ejemplo en el caso de Judas, ¿Cuántos hubiéramos murmurado del Señor? Algunos diríamos: “¡Yo de pastor lo hubiera echado!” Dios permite eso para que la misma persona se enrede en su bata, Dios le pone un camisón fuera de medida. También podríamos haber dicho: “Si yo hubiera sido un Dios…”, como dijo un ruso, que estaba criticando a Dios, este dijo: “Que gran árbol y esas frutitas tan pequeñas, esta que es digna de exhibirla (mirando una fruta grande) la hubiera puesto allá arriba”, y en eso le cayó una frutita en la cabeza; gracias a Dios que fue una fruta pequeña, porque si le hubiera caído una sandía lo mata. Jesús es la máxima autoridad ante esta situación, Él la aceptó, y nos dice: “Si hace como yo digo no le va a ir mal”.
n unca se me olvida el testimonio del misionero que se perdió en la selva africana, en eso oyó venir a alguien, era un nativo, un hombre del lugar. Y el nativo le sirvió de guía, y sujetó al misionero de la mano y comenzó a dar grandes zancadas y lo llevaba restregándolo contra la hierba y contra todo; el misionero no miraba camino, y se detuvo jalando al nativo y le dijo: “¡Usted está equivocado, está perdido igual que yo, mire por donde me lleva, estoy todo arañado, restregado contra el piso y todo!” Entonces el nativo le dijo: “¿Usted quiere ir a la aldea?, pues cállese y camine”. Si usted quiere ir al cielo deje de quejarse y acepte la voluntad del que lo está guiando. Deje que Dios haga lo que tiene que hacer.
Una vez un hermano estaba atravesando su prueba y dijo: “Ya no soporto más, tengo ya dieciocho años con esto” Y yo le dije: “Consuélese hermano, si Noé pasó quinientos años de prueba y halló gracia ante los ojos de Dios, y al paso que usted va, no va a durar más” ¿Cómo vamos a sentarnos en aquel día en la mesa donde va a estar el apóstol Pablo, los apóstoles del Señor, y aquellos grandes hombres paladines de la fe contando testimonios tremendos de lo que Dios hizo con ellos? ¿Y usted qué va a contar? Como Mefi-boset (2 Samuel 9) oyendo el general de la batalla tal, de la guerra tal, el gigante tal, y él sentado allí ¿Usted que ha hecho? Mefi-boset diría: “Nada, yo estoy aquí por un pacto que hizo mi papá con el rey…”. Los que van a ir a la mesa de Dios, los que vamos a ir allí son los que vamos a aceptar su voluntad.
En una ocasión algo curioso ocurrió, hice algunos intentos para ir a Haití y Dios me lo impidió. Yo estaba en la República Dominicana con el Rev. Sinaí Santiago; nos íbamos a ir en bus, ya estábamos en el terminal, cuando nos dicen: “¡No se puede hacer nada, se levantó un conflicto en la frontera, no hay viaje!”. Entonces, dice el hermano Sinaí: “¡Pues nos vamos en avión!”, y se levantó un mal tiempo y cancelaron los vuelos. Pensamos irnos al día siguiente creyendo que ya estaría abierto el terminal de los buses. Me preparé, y feliz porque me iba para Haití, cuando amaneció el hermano Sinaí se puso mal y lo tuvimos que llevar al hospital, porque se estaba muriendo; le dije al hermano Sinaí si quería curarse, el me dijo que si, entonces le dije que le diga a Dios que ya no vamos para Haití. Y de verdad se lo dijo, y llegando al hospital se sanó.
En otra ocasión iba para allá y yo estaba feliz, y sucede que caigo enfermo, ya no pude ir. Y esta última vez, estaba contento porque iba para Haití. Y consultando a Dios le dije: “¿Quién va para Haití? ¿Nadie Señor?” No es que yo no he querido ir, yo quiero ir, pero no sé por qué Dios me ha impedido, pero yo quiero hacer su voluntad. Una vez impuse mi voluntad y lo que recibí fue una pedrada en la cabeza que me dejó inconsciente durante más de doce horas, y con las mandíbulas trabadas por una semana tomando con carrizo el caldo porque no podía abrir la mandíbula para comer, y quede también ocho días casi ciego. ¿Ahora quién va ir? Nadie, no se vaya a caer el avión o cualquier otra cosa. Por eso tenemos que entender la voluntad de Dios.
Si no conoce cuál es la voluntad del Señor, usted está perdido. Desde que uno se convierte Dios le comienza a manifestar su voluntad. “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37-38); a través de las Escrituras el Señor va manifestando cuál es su voluntad. Si tiene deseos de servirle el apóstol Pablo nos dice: “Si alguno anhela obispado buena obra desea” (1 Timoteo 3:1). ¿Qué va a hacer? todos los que han ido en contra de la voluntad de Dios, todos los que han querido cambiar el mensaje, los que han querido mostrar que la voluntad de Dios es mundana, todos ellos han caído. Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
El mensaje resulta fuerte para algunos, pero eso siempre fue así. Juan el Bautista le dijo a las multitudes y a los religiosos fariseos: “¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Lucas 3:7). Pero Jesús les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad” (Mateo 23:27-28). ¡Qué mensaje tan bueno! Me encanta porque ese mensaje impacta, o se convierten o se enfurecen como sucedió con Esteban (Hechos 7).
Predicando en una campaña en Panamá, un hombre me dijo: “Te voy a matar”, y el hombre venía diciendo malas palabras, y cuando llegó lo más cerca de repente el hombre levantó los pies, cayó al piso y se quedó como dormido; yo seguí predicando, el hombre se levantó, se acercó a la plataforma y me dijo: “Perdóneme pastor, yo quiero aceptar a Cristo como mi Salvador”. Otro caso fue la de un hombre muy alto; estaba yo parado en la plataforma y él llevaba al nivel mío, y después me mandó un puñete, y yo me quedé quieto observándole, me mandó hasta tres veces el puñetazo, ninguno me alcanzó; se me quedó viendo, y le dije: ¡En el nombre de Jesucristo te reprendo Satanás y te mando que sueltes ese hombre ahora! Y el hombre se derribó como un árbol y cayó hasta levantar polvo del piso; luego se paró y aceptó a Cristo.
Algunos que sirvieron a Dios dijeron que se jubilaban, sintieron que ya no tenían fuerzas y dejaron de servirle al Señor. Pero la Biblia nos dice que no hay muchos como Caleb que podrán decir: “He aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar” (Josué 14:10-11). Dios le había dicho a Caleb que le iba a entregar el monte Hebrón (Jueces 1:20), y ahora él estaba parado frente a lo que era de él, y por eso dijo: “Tal es ahora mi fuerza… para salir y para entrar”. Estas fuerzas no son las fuerzas de uno, son las fuerzas de Dios en uno. Caleb entró a Hebrón, derrotó a sus enemigos y tomó posesión de su heredad.
A Caleb no se le acabó la carrera, pues el hombre de Dios tiene las fuerzas de Jehová. Yo no me veo sentado en una silla viendo a la gente, y contando a los nietos las proezas pasadas, no puedo, me muero de agonía y de angustia, y por eso le he dicho al Señor: “Cuando se acabe mi trabajo, entonces se acabó también la existencia, llévame contigo y estaré agradecido ¡Si terminó el trabajo, para arriba!” ¿Cuál es su victoria, cuál es mi victoria? el aceptar la voluntad de Dios, porque Dios quiso que fuera así, Él nos dijo a nosotros que vamos a llegar a las bodas del Cordero, pero a ninguno le ha dicho que vamos a llegar ilesos. Allí vamos a llegar con los trajes de guerra rotos, mordidos y de todo, ¿y quiénes son los que van a llegar? los que hagan la voluntad de Dios. Hay que ir al Getsemaní, un día Dios lo va a llevar allí para que decida si hace su propia voluntad o la voluntad de Dios; muchos han llegado y se han acobardado y hoy no están ya con nosotros; pero no hay cosa más linda que servir a Dios, yo no encuentro otra. Amado lector si encuentra otra mejor dígame, por lo menos si lloro y sufro, o estoy en agonía en el Getsemaní, tengo alguien que me consuele y me fortalezca.
Ciertamente nosotros no desmayamos ante semejantes pruebas, pero sin menospreciar la prueba de nadie, para cada uno de acuerdo a la estatura que tiene, pero si hace la voluntad del Señor, va a ver la gloria de Dios. Detrás de cada prueba hay una grande bendición. El Señor salió victorioso del huerto de Getsemaní, allí es donde confirmó su victoria porque aceptó que el Padre hiciera su voluntad, fue exaltado. “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:8-10).
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec”(Hebreos 5:7-10). “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (Hebreos 10:19-22).
En Ezequiel 18:4, nos dice: “He aquí que todas las almas son mías”. Y el trato fue con Dios, porque pagó por ellas. Jesús padeció y sufrió y el Padre le dio toda la autoridad, se los dijo a los discípulos cuando resucitó: “Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). “He aquí os doy potestad (autoridad)de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19) ¿Para qué? para que hagamos y sigamos haciendo el trabajo que hizo.
“Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye”(Juan 9:31). Y hay muchos a quienes Dios no los oye porque están en su propia voluntad y no en la voluntad de Dios. Vienen días malos, pésimos, horribles, espantosos sobre la tierra, y eso me gusta, ¿sabe por qué? porque siempre que ha pasado eso la fe de la iglesia se activa. Una vez un hombre de edad me dijo: “Si Usted va a donde yo vivo lo voy a apuñalar de lado a lado”, le dije que mañana en la tarde voy a predicar, y si Dios quiere ni sus demonios me van a decir a mí a dónde yo voy. Llegué y el que me abrió la puerta fue el hermano de esa persona; y predicamos, hicimos todo un alboroto, y el que me amenazó al final se convirtió.
En Costa Rica una vez prediqué en un parque y la policía me pidió el permiso, mi respuesta fue: “Dios me mandó aquí y con ese permiso vengo”, luego me pidió el permiso de la municipalidad, a lo que yo le dije: “¿Quién es más alto, la municipalidad o Dios?”, y el policía me contestó: “Pues Dios, bueno le doy media hora para que Usted se vaya de aquí”. A la media hora hice la invitación, se entregó una pareja de ancianos, y ellos se fueron con la semilla sembrada, hoy hay veinte iglesias en ese lugar, ¡Dios es maravilloso!
Todo lo que haga para Dios tiene que ser voluntario, nada puede ser exigido; si quiere ayunar ayune, si no quiere no lo haga; si quiere vigilar vigile, si no quiere vigilar no lo haga; si quiere orar ore, si no quiere no ore. Pues si no le nace, no se olvide que Dios tiene voluntad, si Dios quiere lo bendice, y si Dios quiere no lo bendice; si Dios quiere lo sana, si quiere no lo sana; o sea que vamos parejos ¿verdad? y como las cosas de Dios son recíprocas, Él nos dice: “Yo amo a los que me aman, si me desechas te desecho, si me das la espalda yo también”. Todo en Dios es recíproco.
Amados, lo que estamos viviendo es cierto, el mundo está en crisis, usted será parte de esta situación. Pero bajo el reinado de Dios, ese reinado no tendrá crisis, pues Dios proveerá, Dios suplirá, el Señor nos dará todo, pero si estamos caminando en su voluntad ¿Cómo anda, cómo camina, en su voluntad o en la voluntad de Dios? Vaya al Getsemaní y luego de ser procesado estará en la voluntad de Dios. Amén.

El 80% de daneses es luterano Dinamarca autoriza enlaces religiosos entre homosexuales

Muy pronto, quizás ya el próximo verano, las parejas homosexuales podrán casarse con una ceremonia religiosa en la Iglesia Luterana danesa.
Dinamarca, que fue el primer país del mundo en reconocer por ley la unión civil de dos personas del mismo sexo en 1989, ha permitido que ahora se realicen delante de un pastor luterano.
La mayoría de la población danesa, más del 80%, pertenece a la Iglesia Evangélica Luterana y dos tercios de los daneses están a favor de un matrimonio religioso de homosexuales.
«Este es un hecho histórico. Quizás el más importante después del ingreso de la mujer en la Iglesia. Hemos hablado de matrimonio sexual durante años y finalmente hemos encontrado una solución», ha afirmado el ministro de esta Iglesia y de la igualdad de oportunidades, Manu Sareen.
La propuesta de ley avanzada por el gobierno de centroizquierda pasará ahora al Parlamento.
h asta el momento la Iglesia Luterana de Estado había negado la paridad completa entre las uniones legales de parejas homosexuales y heterosexuales, aunque la diferencia era simbólica . Consistía sólo en que las parejas gays eran bendecidas en la Iglesia, una vez celebrado el rito de unión civil (en vez de ser simultáneo en el propio templo, como el matrimonio de parejas heterosexuales).
Sin embargo, en esta ocasión los obispos luteranos han aceptado la propuesta del gobierno de celebración de una ceremonia nupcial de homosexuales a la vez que la unión civil.
La propuesta de ley prevé que un pastor tenga la potestad de negarse a celebrar un enlace homosexual . En este caso, los interesados podrán dirigirse a otra parroquia que oficie la ceremonia religiosa y tras la unión podrán definirse a todos los efectos como cónyuges.
En el protestantismo algunos sectores de las llamadas iglesias históricas se van decantando a favor del matrimonio religioso homosexual, como son el sector más liberal de la Comunión anglicana (en especial su rama prebiteriana de EEUU), y la Iglesia Luterana. Pero la inmensa mayoría de las iglesias y denominaciones evangélicas no consideran las relaciones homosexuales como éticamente aceptables desde la perspectiva cristiana.

Nombre de Jesucristo ya no será prohibido en mensajes de textos en Pakistán


Vestimenta del cristiano



Desde el Antiguo Testamento Dios le habló al pueblo de Israel en cuanto a la vestimenta del hombre y la mujer.
¿QUÉ DICE LA BIBLIA EN CUANTO A LA VESTIMENTA DEL CRISTIANO- VARÓN O MUJER?
En el Antiguo Testamento Dios le habló al pueblo de Israel en cuanto a la vestimenta del hombre y la mujer. Tanto el hombre como la mujer utilizaban vestidos similares, de modo que la diferencia entre los sexos era muy importante.
“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto”, Deuteronomio 22:5.
En Deuteronomio 22:5 se hace referencia directamente al uso de la ropa del hombre y la mujer y creemos que el énfasis está puesto en la homosexualidad. El hombre y la mujer debían demostrar siempre por su vestimenta el género al cual pertenecían; su vestimenta debía de hacer clara esta distinción. Al no vestir el hombre o la mujer de acuerdo a su género sugería que existían inclinaciones homosexuales en la persona y esto constituía en sí mismo un acto que era abominable ante los ojos de Dios. “No te echarás con varón como con mujer, es abominación” (Levítico 18:22). La Biblia en ambos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento condena la homosexualidad tanto en el hombre como en la mujer.
En el tiempo en que vivimos a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI, es ya muy difícil distinguir al homosexual del heterosexual. Las mujeres lesbianas no necesariamente visten de manera masculina, ni los hombres homosexuales o ‘gay” visten de manera femenina.
Aunque la Biblia no hace mención específica en cuanto al tipo de moda o estilo que se ha de usar, sí da ciertas reglas o principios que se deben seguir al vestir. Si leemos en 1 Timoteo 2:9-15, encontraremos allí algunos principios en la vestimenta como decoro, pudor y modestia. El apóstol Pablo después de instruir a Timoteo acerca del rol del hombre en la congregación del culto y en público pasa a establecer las bases para la mujer (vs. 9-15).
“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”, 1 Timoteo 2:9-10.
Aparentemente algunas mujeres del tiempo de Pablo y Timoteo no vestían de forma adecuada, o simplemente el mandamiento es dado con el fin de que no ocurra. Las mujeres de entonces, igual que las de hoy día gustaban de vestir de forma que pudieran lucir bien quizás con la intención de llamar la atención al sexo opuesto, pero que muchas veces podía llegar al extremo, perdiéndose así todo sentido de respeto a sus propios cuerpos y faltando al nombre de Cristo. Otras mujeres quizás de clase más alta, buscaban el poder mostrar sus riquezas y su alto estatus social a través del vestido y las prendas costosas.
Estas prácticas podrían llegar o quizás habían llegado a la iglesia, donde las mujeres iban vestidas mayormente de manera inapropiada. La iglesia es el lugar para adorar a Dios y no un lugar para exhibir modas. El objetivo de la mujer (y el hombre) cristiana(o) no debe ser el de mostrar sus posesiones y nivel socio-económico, sino el de ser agradable a Dios en todo, y dar la gloria debida a Su nombre.
Además de lo antes mencionado queda un punto aún mucho más importante. Si una persona se preocupa mucho por su apariencia exterior, podrá descuidar lo que es más importante en ella, su vida interior, la piedad y su vida cristiana.
Adelante vamos a estudiar detenidamente los versos que tiene que ver con la vestimenta en 1 Timoteo 2:9-10.
- “Que las mujeres se atavíen con ropa decorosa, con pudor y modestia”. Tres principios son introducidos en cuanto a la vestimenta de la mujer cristiana.
Decoro: apropiado; de pudor y buen gusto en conducta y apariencia; ordenadamente.
Pudor:La calidad o estado de ser propio (apropiado); conforme a lo que es socialmente aceptado en conducta o palabra; temor a ofender las reglas convencionales de la conducta, especialmente entre sexos (en nuestro caso la sociedad y las reglas de conducta cristiano.
Modestia:Libre de orgullo pretensión o vanidad; vestimenta, conducta y hablar apropiado.
Si nos pudiéramos remontar a los tiempos de la iglesia primitiva, nos encontraríamos que todos, hombres, mujeres y niños, estarían vestidos con batas hasta el suelo o hasta la rodilla. Un soldado romano cristiano como lo era Cornelio, estaría vestido con una falda (saya) corta, al alto de la rodilla, y todo esto sin causar ningún escándalo. Si tratáramos de imponer esta costumbre en América en la era en que vivimos, un hombre vestido con una bata o falda corta, llamaría mucho la atención y fuera causa de escándalo en la iglesia, en la calle o donde quiera que fuera.
Lo que es modesto en una sociedad no lo es en otra. Por eso creo que Dios no instruyó a Pablo a presentar un estilo específico, pero si a presentar los principios que gobernarían los estilos.
Los trajes, faldas (sayas), o batas son estilos de vestimenta generalmente aceptables para la mujer en nuestra sociedad (América), mas no para el hombre. El pantalón es estilo aceptable en nuestra sociedad lo mismo en hombre que en mujer, aunque con diferencia de cortes.
Cualquiera sea la vestimenta o calzado que usen las mujeres cristianas en cualquier cultura o sociedad, deben estar basados en estos tres principios: El de ser decorosos (recatada, honesta, decente), con pudor (con decencia, que no sea provocativa) y con modestia (libre de orgullo, pretensión y vanidad).
La mujer y el hombre deben de tener en cuenta el efecto que ha de tener su vestimenta en otros hermanos en Cristo, para que no sea llamada la atención a sus cuerpos y atraer pensamientos sexuales al sexo opuesto. Aún así tenemos que mantener en mente que por la sencilla razón de que una persona tenga deseos lascivos hacia una (o), no significa esto que estemos vestidos necesariamente mal o provocativamente. El hombre no necesariamente tiene pensamientos inicuos hacia una mujer por el tipo de ropa que está este usando. En distintas ocasiones se ha oído a mujeres decir “ese hombre me quito la ropa con los ojos”, y estas mujeres no estaban vestidas provocativamente, sino que la mente de aquel que la estaba mirando era una mente sucia la cual necesita ser renovada (Efesios 4:24).
-“No con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”. El peinado que la mujer debe llevar no debe ser escandaloso, ni ostentoso. Ciertas mujeres del tiempo del apóstol Pablo eran dadas al extremo uso de prendas; entretejían adornos de oro y perlas en sus peinados y vestían vestidos costosos para llamar la atención a sí mismas y hacer una exhibición de su ‘status’ social, a lo cual Pablo ordena que esto no sea practicado. Podemos ver que el apóstol no quiere que la norma sea la ostentación sino el orden sobrio con modestia.
-“Si no con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”. En la siguiente comparación, Pablo exhorta a las mujeres a no estar tan preocupadas en su apariencia física como ya mencionamos, sino que debían estar vestidas de buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. Las mujeres cristianas, que profesan piedad, deben ser caracterizadas, no por sus adornos externos y ostentosos, vestidos y joyas, sino por sus buenas obras, es decir una vida donde el centro de atención sea Cristo y no ellas.
El apóstol Pedro presenta una enseñanza similar:
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”, 1 Pedro 3:3-5.

Lo que sucedió y salió del Getsemaní




Rev.Manuel Zuñiga.

“Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”, Lucas 22:42.
En Lucas 22:39, leemos: “Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron”. El Señor llegó al Getsemaní, se fue a un huerto a la orilla del arroyo de Cedrón, en una plantación de olivas, ahí se dedicó a orar. Getsemaní significa prensa o molienda de aceite. En la aldea de Getsemaní se dedicaban a la producción de aceite, este aceite de oliva se usaba para uso doméstico y combustible. En la Biblia se lee que las vírgenes prudentes les dicen a las otras: “Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas” (Mateo 25:9), lo usaban como combustible.
Dios no nos hizo a nosotros robots, que actuamos como máquinas controladas por un ordenador y programadas para moverse ¡No! Él nos hizo a nosotros con libre albedrío. Sabe que el centro y el motor de todos nosotros es el alma; el alma está compuesta por el intelecto, por las emociones y la voluntad. El intelecto es una fuente de alimentación del alma que afecta nuestras emociones y puede afectar la voluntad; por ejemplo se puede tener una buena relación con un hermano, pero si alguien viene con un comentario malintencionado, entonces ¿qué ocurre? afectó sus emociones y afectó su voluntad, puede que ya no desee esa amistad.
Jesús aunque era Hijo de Dios era Hijo de Hombre, y como hombre tenía libre albedrío. En cierta ocasión dijo: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre” (Juan 5:19). Jesús iba sanando a los enfermos, resucitando muertos, su fama se esparcía por todos lados, pero el Padre lo llevó a cierto lugar (el Getsemaní), aunque Jesús sabía el motivo de su venida. En el servicio que Dios me ha permitido darle he podido encontrar algo que muchos declaran: “Señor aunque venga la muerte, yo no voy a temblar”, mejor espere enfrentarse a ella y después vamos a ver qué puede decir, porque no es fácil, una cosa es estar hablando y otra cosa es estar en medio de la turbulencia.
En una ocasión salí con unos hermanos y con mi hija mayor, le dije a ella que teníamos que cruzar un río, y después de hacer el trabajo me dijeron los hermanos: “¿Nos podemos bañar?” yo les dije que si, y a mi hija le advertí que no se meta porque acababa de comer, ella me dijo: “No papá, por los tobillos nomás”, después hasta las rodillas, después hasta los lomos y después casi se ahoga. Y cuando me di cuenta estaba por el fondo, me tiré al agua para ayudarla y la logré sacar, pero me quedé en el fondo con una congestión bien terrible, las manos encogidas, yo sentía que me iba, y ahí le dije al Señor: “Que gozo me da porque voy a verte pronto”, cuando en eso sentí que alguien me tiró para arriba. Este es un momento en el que uno se da cuenta si de verdad es de Dios.
En Belice (en la obra misionera) mi atacó un virus, que estaba dando en forma benigna y maligna, y a mí me dio re-maligna porque el diablo quería acabarme, y la doctora le dijo al hermano que me llevó: “Así como está al tercer día se muere”. En dos días perdí quince libras de peso, al tercer día caí en estado de coma; en ese estado uno no sabe si se cayó o se golpeó, no sabe nada de eso. Yo experimenté un gozo increíble, nunca lo he sentido en ningún culto, sentí un gozo tan tremendo y en mi espíritu yo retaba a la muerte y le decía: “Venga y haga lo que tiene que hacer, quiero irme de aquí”, pero como la muerte está sujeta a Dios y ella no se movía ni me hacía caso, oí (no vi nada) una voz del cielo que dijo: “El siervo está enfermo, hay que sanarlo”. Me levanté como si nunca hubiera tenido nada, había sido sanado.
Una de las cosas que el Señor no dijo es que los pastores por la fe vivirán, Él dijo: “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Aunque dicen: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). Si hay justos, los que han sido justificados por los méritos de Jesús, entonces el justo por la fe vivirá; eso no quiere decir que no va a estar exento de los ataques del diablo, de los ataques de su propia carne y de su voluntad, porque cuando nos vemos en la prensa actuamos bajo nuestra propia voluntad. Dios nos va a preparar, porque nosotros tenemos que enfrentar los momentos más difíciles.
Y el Padre llevó a su Hijo al huerto del Getsemaní. “Y estando en agonía, oraba más intensamente…” (Lucas 22:44) y “…comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera” (Mateo 26:37), dice que se angustió. Y quién es el angustiador, es el enemigo de Dios. Ese enemigo pudo haberle dicho: “Ahora sí está perdido, ahora ya fracasó”. Pero él (el angustiador) comienza a afectar nuestras emociones para ver si variamos el propósito de la voluntad de Dios. El Señor no ha podido hacer muchas cosas con su vida porque no se lo ha permitido; Dios es Todopoderoso y puede obligarlo, pero no quiere eso, Él quiere que sea de su propia voluntad, de su propia decisión. Aunque se vea el horizonte negro, aunque no vea nada; le recomiendo que lo vea con los ojos de Dios, que detrás de esa oscuridad, de ese horizonte negro hay una gran victoria.
Entonces Dios va reuniendo a los que necesita en el Getsemaní, en Lucas 22:43 dice: “Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle”, para confortarlo. A pesar de que nos está cayendo palo y garrote, y el diablo angustiando y diciendo que no servimos para nada, que estamos acabados, y que de esta no vamos a salir. Dios tiene al Espíritu Santo, quien nos va a traer la consolación y la fortaleza. Dios juntó en el Getsemaní a tres personas: Dios, el diablo y usted; el diablo afectando las partes emocionales, Dios animándole y usted viendo a cuál de los dos va recibir.
A Jesús le afectó su humanidad, y dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa…” (Mateo 26:39), en su oración pedía al Padre si había otra manera de hacer las cosas. Pero el plan de Dios no fue improvisado, ese plan ya estaba desde antes de que el primer hombre cayera. Dios nunca hace las cosas por hacer, todo lo tiene bien trazado. Cuando estaba llegando el momento difícil, el Hijo empezó a sentir sobre su vida que la carga era muy grande, no le era fácil porque era el Hijo del Hombre. Jesús nunca actuó como Dios, en esta situación peleó como hombre contra el diablo, así el Hijo le enseñó al diablo que un hombre puesto bajo la voluntad de Dios puede aplastarlo y derrotarlo.
Cuando Jesús dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”, Mateo 26:39. Dice que Él estaba arrodillado, estaba angustiado en una forma terrible, incluso “era su sudor como grandes gotas de sangre” (Lucas 22:44); los médicos dicen que cuando un persona es sometida a un sufrimiento fuerte, se abren los poros de tal manera que se rompen los vasos capilares y suda sangre, usted puede imaginarse la forma en que estaba angustiado, Jesús sabía que le venía una situación difícil y una cruenta muerte. Cuando Jesús dijo: “Si es posible, pase de mí esta copa”, el diablo y los demonios celebraron su aparente victoria; pero sabemos que Jesús estaba de rodillas y que no se había levantado, todavía no había sellado la derrota del enemigo.
Usted delante de Dios puede decirle que se siente caído, que se siente perdido, que le dejaron sus mejores amigos, que sus amigos le botaron, le dieron una patada ¡Diga lo que quiera! Pero al final diga: “Hágase tu voluntad y no la mía”, porque cuando usted le esté confesando de rodillas a Dios todas sus debilidades y todos sus sentimientos, mientras no se levante de allí usted no ha sellado su derrota, cuando a través de esa amalgama de situaciones le llegue a decir al Señor que Él haga su voluntad, entonces usted ha triunfado. El enemigo cuando oyó de Jesús esta exclamación: “No se haga mi voluntad sino la tuya, tu voluntad”. Eso fue un golpe fuerte para el diablo, al enemigo de Dios se le acabó la fiesta. Cuando Jesús aceptó aquella voluntad, se le permitió agarrar la cabeza del angustiador, la cabeza de la serpiente antigua.
Luego apareció Judas (el que lo traicionó) y le sucedieron diversas situaciones, pero todas esas cosas ya no le iban a afectar, porque el Padre ya le había entregado en sus manos al enemigo. El Hijo fue voluntariamente a la cruz del calvario, mas al diablo se lo llevaron arrastrando, y quizás queriendo hacer componendas con Jesús para no llegar a tanto. Fue arrastrado a la cruz del calvario, y allí en el monte de la calavera se presentó la gran pelea ¿Cuál pelea? del león rugiente contra el León de la tribu de Judá, y todos nosotros esperando oír el grito de victoria del León de la tribu de Judá, y lo oímos: ¡Consumado es! Eso era señal de que había derrotado al enemigo, que le había aplastado la cabeza, “y despojando a los principados y a las potestades, les exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).
Al que hace la voluntad del Señor, Dios le entregará a sus enemigos en sus manos, y sabemos que “en Dios haremos proezas, y Él hollará a nuestros enemigos” (Salmo 60:12; 108:13). También la Biblia dice: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos” (Salmo 40:1-2). Y entonces en esa pelea, Jesús aparece sustituyéndonos en la muerte, y aparece después sustituyéndonos como en la condenación porque descendió a los infiernos, no solamente les predicó a los incrédulos para que digan que la Palabra se había cumplido, después se levantó y resucitó dándonos la vida, porque si Cristo no hubiera resucitado vana es nuestra predicación.
Sabemos de compañeros que fueron muertos, dentro de los planes de Dios, dentro de la voluntad de Dios, pero esa sangre que cayó regó la tierra donde pronto germinó, como dijo el Señor: “Si el grano de trigo no cae y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:24). Y los frutos lo están recogiendo las esposas que aceptaron la voluntad de Dios; lloraron y sufrieron, pero siguieron caminando, la Biblia nos dice: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla”, Salmo 126:6. Llore todo lo que quiere, pero no pare de caminar, Dios no le dice que no llore, pero no pare de caminar, porque estamos dentro de su gracia para aceptar su voluntad, porque este camino que va para el cielo solo lo conoce el Espíritu Santo y Él es quien nos guía.
Muchas veces como pastores decimos: “¡No, eso no puede ser! Señor déjeme que yo lo haga y va ver”, y verá el desastre que hace. Por ejemplo en el caso de Judas, ¿Cuántos hubiéramos murmurado del Señor? Algunos diríamos: “¡Yo de pastor lo hubiera echado!” Dios permite eso para que la misma persona se enrede en su bata, Dios le pone un camisón fuera de medida. También podríamos haber dicho: “Si yo hubiera sido un Dios…”, como dijo un ruso, que estaba criticando a Dios, este dijo: “Que gran árbol y esas frutitas tan pequeñas, esta que es digna de exhibirla (mirando una fruta grande) la hubiera puesto allá arriba”, y en eso le cayó una frutita en la cabeza; gracias a Dios que fue una fruta pequeña, porque si le hubiera caído una sandía lo mata. Jesús es la máxima autoridad ante esta situación, Él la aceptó, y nos dice: “Si hace como yo digo no le va a ir mal”.
n unca se me olvida el testimonio del misionero que se perdió en la selva africana, en eso oyó venir a alguien, era un nativo, un hombre del lugar. Y el nativo le sirvió de guía, y sujetó al misionero de la mano y comenzó a dar grandes zancadas y lo llevaba restregándolo contra la hierba y contra todo; el misionero no miraba camino, y se detuvo jalando al nativo y le dijo: “¡Usted está equivocado, está perdido igual que yo, mire por donde me lleva, estoy todo arañado, restregado contra el piso y todo!” Entonces el nativo le dijo: “¿Usted quiere ir a la aldea?, pues cállese y camine”. Si usted quiere ir al cielo deje de quejarse y acepte la voluntad del que lo está guiando. Deje que Dios haga lo que tiene que hacer.
Una vez un hermano estaba atravesando su prueba y dijo: “Ya no soporto más, tengo ya dieciocho años con esto” Y yo le dije: “Consuélese hermano, si Noé pasó quinientos años de prueba y halló gracia ante los ojos de Dios, y al paso que usted va, no va a durar más” ¿Cómo vamos a sentarnos en aquel día en la mesa donde va a estar el apóstol Pablo, los apóstoles del Señor, y aquellos grandes hombres paladines de la fe contando testimonios tremendos de lo que Dios hizo con ellos? ¿Y usted qué va a contar? Como Mefi-boset (2 Samuel 9) oyendo el general de la batalla tal, de la guerra tal, el gigante tal, y él sentado allí ¿Usted que ha hecho? Mefi-boset diría: “Nada, yo estoy aquí por un pacto que hizo mi papá con el rey…”. Los que van a ir a la mesa de Dios, los que vamos a ir allí son los que vamos a aceptar su voluntad.
En una ocasión algo curioso ocurrió, hice algunos intentos para ir a Haití y Dios me lo impidió. Yo estaba en la República Dominicana con el Rev. Sinaí Santiago; nos íbamos a ir en bus, ya estábamos en el terminal, cuando nos dicen: “¡No se puede hacer nada, se levantó un conflicto en la frontera, no hay viaje!”. Entonces, dice el hermano Sinaí: “¡Pues nos vamos en avión!”, y se levantó un mal tiempo y cancelaron los vuelos. Pensamos irnos al día siguiente creyendo que ya estaría abierto el terminal de los buses. Me preparé, y feliz porque me iba para Haití, cuando amaneció el hermano Sinaí se puso mal y lo tuvimos que llevar al hospital, porque se estaba muriendo; le dije al hermano Sinaí si quería curarse, el me dijo que si, entonces le dije que le diga a Dios que ya no vamos para Haití. Y de verdad se lo dijo, y llegando al hospital se sanó.
En otra ocasión iba para allá y yo estaba feliz, y sucede que caigo enfermo, ya no pude ir. Y esta última vez, estaba contento porque iba para Haití. Y consultando a Dios le dije: “¿Quién va para Haití? ¿Nadie Señor?” No es que yo no he querido ir, yo quiero ir, pero no sé por qué Dios me ha impedido, pero yo quiero hacer su voluntad. Una vez impuse mi voluntad y lo que recibí fue una pedrada en la cabeza que me dejó inconsciente durante más de doce horas, y con las mandíbulas trabadas por una semana tomando con carrizo el caldo porque no podía abrir la mandíbula para comer, y quede también ocho días casi ciego. ¿Ahora quién va ir? Nadie, no se vaya a caer el avión o cualquier otra cosa. Por eso tenemos que entender la voluntad de Dios.
Si no conoce cuál es la voluntad del Señor, usted está perdido. Desde que uno se convierte Dios le comienza a manifestar su voluntad. “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37-38); a través de las Escrituras el Señor va manifestando cuál es su voluntad. Si tiene deseos de servirle el apóstol Pablo nos dice: “Si alguno anhela obispado buena obra desea” (1 Timoteo 3:1). ¿Qué va a hacer? todos los que han ido en contra de la voluntad de Dios, todos los que han querido cambiar el mensaje, los que han querido mostrar que la voluntad de Dios es mundana, todos ellos han caído. Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
El mensaje resulta fuerte para algunos, pero eso siempre fue así. Juan el Bautista le dijo a las multitudes y a los religiosos fariseos: “¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Lucas 3:7). Pero Jesús les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad” (Mateo 23:27-28). ¡Qué mensaje tan bueno! Me encanta porque ese mensaje impacta, o se convierten o se enfurecen como sucedió con Esteban (Hechos 7).
Predicando en una campaña en Panamá, un hombre me dijo: “Te voy a matar”, y el hombre venía diciendo malas palabras, y cuando llegó lo más cerca de repente el hombre levantó los pies, cayó al piso y se quedó como dormido; yo seguí predicando, el hombre se levantó, se acercó a la plataforma y me dijo: “Perdóneme pastor, yo quiero aceptar a Cristo como mi Salvador”. Otro caso fue la de un hombre muy alto; estaba yo parado en la plataforma y él llevaba al nivel mío, y después me mandó un puñete, y yo me quedé quieto observándole, me mandó hasta tres veces el puñetazo, ninguno me alcanzó; se me quedó viendo, y le dije: ¡En el nombre de Jesucristo te reprendo Satanás y te mando que sueltes ese hombre ahora! Y el hombre se derribó como un árbol y cayó hasta levantar polvo del piso; luego se paró y aceptó a Cristo.
Algunos que sirvieron a Dios dijeron que se jubilaban, sintieron que ya no tenían fuerzas y dejaron de servirle al Señor. Pero la Biblia nos dice que no hay muchos como Caleb que podrán decir: “He aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar” (Josué 14:10-11). Dios le había dicho a Caleb que le iba a entregar el monte Hebrón (Jueces 1:20), y ahora él estaba parado frente a lo que era de él, y por eso dijo: “Tal es ahora mi fuerza… para salir y para entrar”. Estas fuerzas no son las fuerzas de uno, son las fuerzas de Dios en uno. Caleb entró a Hebrón, derrotó a sus enemigos y tomó posesión de su heredad.
A Caleb no se le acabó la carrera, pues el hombre de Dios tiene las fuerzas de Jehová. Yo no me veo sentado en una silla viendo a la gente, y contando a los nietos las proezas pasadas, no puedo, me muero de agonía y de angustia, y por eso le he dicho al Señor: “Cuando se acabe mi trabajo, entonces se acabó también la existencia, llévame contigo y estaré agradecido ¡Si terminó el trabajo, para arriba!” ¿Cuál es su victoria, cuál es mi victoria? el aceptar la voluntad de Dios, porque Dios quiso que fuera así, Él nos dijo a nosotros que vamos a llegar a las bodas del Cordero, pero a ninguno le ha dicho que vamos a llegar ilesos. Allí vamos a llegar con los trajes de guerra rotos, mordidos y de todo, ¿y quiénes son los que van a llegar? los que hagan la voluntad de Dios. Hay que ir al Getsemaní, un día Dios lo va a llevar allí para que decida si hace su propia voluntad o la voluntad de Dios; muchos han llegado y se han acobardado y hoy no están ya con nosotros; pero no hay cosa más linda que servir a Dios, yo no encuentro otra. Amado lector si encuentra otra mejor dígame, por lo menos si lloro y sufro, o estoy en agonía en el Getsemaní, tengo alguien que me consuele y me fortalezca.
Ciertamente nosotros no desmayamos ante semejantes pruebas, pero sin menospreciar la prueba de nadie, para cada uno de acuerdo a la estatura que tiene, pero si hace la voluntad del Señor, va a ver la gloria de Dios. Detrás de cada prueba hay una grande bendición. El Señor salió victorioso del huerto de Getsemaní, allí es donde confirmó su victoria porque aceptó que el Padre hiciera su voluntad, fue exaltado. “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:8-10).
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec”(Hebreos 5:7-10). “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (Hebreos 10:19-22).
En Ezequiel 18:4, nos dice: “He aquí que todas las almas son mías”. Y el trato fue con Dios, porque pagó por ellas. Jesús padeció y sufrió y el Padre le dio toda la autoridad, se los dijo a los discípulos cuando resucitó: “Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). “He aquí os doy potestad (autoridad)de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19) ¿Para qué? para que hagamos y sigamos haciendo el trabajo que hizo.
“Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye”(Juan 9:31). Y hay muchos a quienes Dios no los oye porque están en su propia voluntad y no en la voluntad de Dios. Vienen días malos, pésimos, horribles, espantosos sobre la tierra, y eso me gusta, ¿sabe por qué? porque siempre que ha pasado eso la fe de la iglesia se activa. Una vez un hombre de edad me dijo: “Si Usted va a donde yo vivo lo voy a apuñalar de lado a lado”, le dije que mañana en la tarde voy a predicar, y si Dios quiere ni sus demonios me van a decir a mí a dónde yo voy. Llegué y el que me abrió la puerta fue el hermano de esa persona; y predicamos, hicimos todo un alboroto, y el que me amenazó al final se convirtió.
En Costa Rica una vez prediqué en un parque y la policía me pidió el permiso, mi respuesta fue: “Dios me mandó aquí y con ese permiso vengo”, luego me pidió el permiso de la municipalidad, a lo que yo le dije: “¿Quién es más alto, la municipalidad o Dios?”, y el policía me contestó: “Pues Dios, bueno le doy media hora para que Usted se vaya de aquí”. A la media hora hice la invitación, se entregó una pareja de ancianos, y ellos se fueron con la semilla sembrada, hoy hay veinte iglesias en ese lugar, ¡Dios es maravilloso!
Todo lo que haga para Dios tiene que ser voluntario, nada puede ser exigido; si quiere ayunar ayune, si no quiere no lo haga; si quiere vigilar vigile, si no quiere vigilar no lo haga; si quiere orar ore, si no quiere no ore. Pues si no le nace, no se olvide que Dios tiene voluntad, si Dios quiere lo bendice, y si Dios quiere no lo bendice; si Dios quiere lo sana, si quiere no lo sana; o sea que vamos parejos ¿verdad? y como las cosas de Dios son recíprocas, Él nos dice: “Yo amo a los que me aman, si me desechas te desecho, si me das la espalda yo también”. Todo en Dios es recíproco.
Amados, lo que estamos viviendo es cierto, el mundo está en crisis, usted será parte de esta situación. Pero bajo el reinado de Dios, ese reinado no tendrá crisis, pues Dios proveerá, Dios suplirá, el Señor nos dará todo, pero si estamos caminando en su voluntad ¿Cómo anda, cómo camina, en su voluntad o en la voluntad de Dios? Vaya al Getsemaní y luego de ser procesado estará en la voluntad de Dios. Amén.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Una Cristiana travesía

El Peregrino es una de las obras cristianas más vendidas después de la Biblia. Novela de edificación espiritual contiene un caudal de enseñanzas y estímulos que lo hace de inestimable valor. Narra de forma alegórica el viaje de Cristiano, el personaje principal, a la Ciudad Celestial.
El Progreso del Peregrino,es un excepcional libro escrito por el renombrado autor y predicador inglés, Juan Bunyan. Esta obra fue creada durante su estancia en la cárcel y fue publicada en dos partes, la primera, en 1678, y la segunda, en 1684.
Bunyan publicó el texto bajo el nombre de: “El progreso del peregrino desde este mundo al otro que está por llegar”, pero fue posteriormente abreviado a: “El peregrino”, como es conocido en la actualidad.
El libro ha dado la vuelta al mundo y ha sido consagrado como uno de los más vendidos después de la Biblia. Así pues, en la reconocida obra de divulgación “La cultura”: todo lo que hay que saber, el profesor Dietrich Schwanitz, célebre escritor alemán, incluye a El Peregrino, en su relación de “libros que han cambiado el mundo”.
El autor nos sumerge en el mundo espiritual y nos muestra de una forma clara y evidente los peligros que se presentan a diario en la carretera de la vida peregrina y la luz al final del camino. Lo más impresionante de esta obra, es que ha sido leída por los hombres más eruditos y así también por los más pequeños. Su lenguaje sencillo, adornado por melodiosos cánticos y poemas, hacen de este texto una de las grandes obras de la literatura inglesa.
Este relato, además, es considerado como una extraordinaria alegoría. Puesto que el autor refleja en los diálogos una exquisita e incalculable imaginación. Del mismo modo, los personajes revelan a través de sus peculiares nombres, sus virtudes y vilezas.   
La espléndida obra del célebre escritor inglés tiene su origen en un fantástico e ilusorio sueño de Bunyan, en el que él es testigo de la travesía de Cristiano, el personaje principal, quien va en busca de la Ciudad Celestial. Este libro está comprendido por veinte capítulos, que narran paso a paso el progreso del peregrino. En el primer capítulo, Cristiano conoce a Evangelista, quien le enseña la senda que lo guiará hacia el camino de la salvación.
EVANGELISTA.- ¿Por qué lloras?

CRISTIANO.- Porque temo que esta carga que sobre mí llevo me ha de sumir en lo más hondo del sepulcro, y que he de caer en un lugar de tomento eterno. Y si no estoy dispuesto para ir a la cárcel, lo estoy menos para el juicio, y muchísimo menos para  el  suplicio. ¿No quieres, pues, que llore y que me estremezca?

EVANGELISTA.- Entonces, ¿por qué no tomas una resolución? Toma, lee.

CRISTIANO.- (Recibiendo un rollo de pergamino y leyendo). “¡Huye de la ira venidera!”. ¿Adónde y por dónde he de huir?

EVANGELISTA.- (Señalando a un campo muy espacioso). ¿Ves esa puerta angosta?

CRISTIANO.- No.

EVANGELISTA.- ¿Ves allá, lejos, el resplandor de una luz?

CRISTIANO.- ¡Ah!, sí.

EVANGELISTA.- No la pierdas de vista; ve derecho hacia ella, y hallarás la puerta; llama y allí te dirán lo que has de hacer.
De esa manera Cristiano empezó lo que fue un largo y agotador viaje. En un principio, fue acompañado por Obstinado y Flexible, quienes al ver las dificultades del camino, abandonaron al peregrino. Luego, fue engañado sutilmente por Sabio-según-el-mundo, hasta que Evangelista apareció, enviado por Dios, para volver a encarrilar a Cristiano en el sendero de la verdad. Y después de estar a un paso de abandonar ese camino accidentado y atestado de baches espirituales, Cristiano, arrastrando su pesada carga, logró llegar a la puerta estrecha, que lo condujo hacia la Cruz.
¡Cuál no sería entonces la agilidad y el gozo de Cristiano! “¡Bendito Él, le oí exclamar, que con sus penas me ha dado descanso, y con su muerte me ha dado vida!” Por algunos instantes se quedó como estático, mirando y adorando, porque le era muy sorprendente que la vista de la Cruz así hiciese caer su carga; continuó contemplándola, hasta que su corazón  rompió  en  abundantes lágrimas. Llorando estaba, cuando tres Seres resplandecientes se pusieron delante de él, saludándole con la Paz. Luego, el primero le dijo: Perdonados te son tus pecados. Entonces el segundo le despojó de sus harapos y le vistió de un nuevo ropaje, y el tercero le puso una señal en su frente; le entregó un rollo sellado, el cual debía estudiar en el camino, y entregar a su llegada, a la puerta celestial.
Así continuó el peregrino su extenso trayecto hacia la redención, en donde conoció a Simplicidad, Presunción y Pereza, que se encontraban sumergidos en el mar de un intenso sueño. Asimismo, sufrió la indiferencia y el desprecio de Formalista e Hipocresía, y se adentró en el palacio de Hermoso, en donde fue tratado con suma amabilidad y aprecio. Pese a todas estas situaciones, Cristiano se mantuvo fiel y no abandonó el camino que había emprendido hacia el paraíso. Y en medio de tantas circunstancias adversas, este devoto viajero se introdujo en el sombrío valle de la Humillación, en donde fue asaltado sin piedad por Apollyón, pero finalmente logró vencer, gracias a su inagotable fe y a la espada de la palabra de Dios.
Concluida la pelea, Cristiano pensó en dar gracias a Aquél que le había librado de la boca del león, a Aquél que le auxilió contra Apollyón. Y puesto de rodillas, dijo:
Beelzebub se propuso mi ruina,
Mandando contra mí su mensajero
A combatirme con furiosa inquina,
Y me hubiera vencido en trance fiero;
Mas me ayudó quien todo lo domina,
Y así pude ahuyentarle con mi acero:
A mi Señor le debo la victoria,
Y gracias le tributo, loor y gloria.
Entonces una mano misteriosa le alargó algunas hojas del árbol de la vida; Cristiano las aplicó a  las heridas que había recibido en la batalla y quedó curado al instante.
Cristiano necesitaba, sin duda, un compañero con quien conversar y a quien confesarle sus más profundas aflicciones. Así el peregrino encontró en Fiel, un amigo sincero y dispuesto a brindarle su apoyo incondicional. Y de esa manera, continuaron juntos su travesía, hasta llegar a un lugar atestado de personas soberbias y jactanciosas. En la feria de la Vanidad, los traficantes exhibían con orgullo su más preciada mercadería, lo que sorprendía a toda multitud, menos a Cristiano y a Fiel, porque su mirada estaba enfocada únicamente en los asuntos celestiales.
Lo que más asombró a los traficantes era que estos peregrinos hacían muy poco caso de sus mercancías; ni aun se tomaban siquiera la molestia de mirarlas, y si se les  llamaba  a comprar, tapándose los oídos, exclamaban: Aparta mis ojos para que no vean la vanidad. Y miraban hacia arriba, como dando a entender que sus dependencias estaban en el cielo. Uno, queriendo mofarse de estos hombres, les dijo burlándose: ¿Qué queréis comprar? Y ellos, mirándole con ojos serios, le dijeron: Compramos la verdad.
A causa de su indiferencia por las cosas materiales, el peregrino y su amigo fueron perseguidos y sentenciados. Así, Fiel fue condenado a una de las muertes más crueles e inhumanas. Fue azotado, apedreado y ejecutado en la hoguera. Pero tan pronto como su alma subió a la presencia de Dios, Bunyan divisó a lo lejos un carro resplandeciente que recogió a Fiel y lo elevó hacia la gloria eterna. Cristiano, por su parte, tenía el corazón afligido a causa de la muerte de su noble compañero y permanecía aún en la cárcel, pero logró escapar y prosiguió su camino hasta llegar a la meta final.
En cuanto a Cristiano, dilataron su castigo y le volvieron a su cárcel, en donde permaneció todavía algún tiempo. Pero Aquél que todo lo dispone y tiene en su mano el poder sobre la rabia de ellos, dispuso que Cristiano escapase otra vez. Entonces él continuó su camino, cantando:
“¡Con qué valor, oh Fiel, has profesado tu fe en Jesús, con quien serás bendito, mientras sufra el incrédulo obstinado la pena que merece su delito!
Tu nombre, por morir cual buen soldado, con letras indelebles queda escrito; y si en el mundo y para el mundo mueres gozas eterna vida de placeres.”
En medio de su arduo caminar, Cristiano conoció a Esperanza y juntos continuaron su recorrido, pero se desviaron y se vieron atrapados por el Gigante Desesperación, y cuando ya no había esperanza, Dios, con su infinito amor y misericordia, los rescató. También conocieron otros singulares personajes como Ignorancia, Vuelve-atrás, robo de Poca-Fe, Adulador y Ateo. Y a pocos pasos de conseguir el triunfo espiritual y alcanzar la corona de la vida eterna, atravesaron el río Muerte, sin sufrir ningún daño. Así pues, acontece en el sueño de Bunyan, el momento más significativo de este sorprendente y conmovedor relato, en donde Cristiano y Esperanza entran por las puertas celestiales y el autor nos narra, al detalle, cada suceso de este emotivo capítulo final.
Los vi entonces entrar por la puerta y que cuando hubieron entrado fueron transfigurados y recibieron vestiduras que resplandecían como el oro, y arpas y coronas que les fueron entregadas; oí también que todas las campanas de la ciudad se echaron a vuelo otra vez, en señal de regocijo, al mismo tiempo que los ministros del Rey decían a los peregrinos: “Entrad en el gozo de vuestro Señor”. Con cuan efusión y gozo respondieron éstos: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la bendición y la honra, y la gloria y el poder para siempre jamás”.

Aprovechando yo entonces el momento en que se abrieron las puertas para dejarles pasar, miré hacia dentro tras ellos, y he aquí, la ciudad brillaba como el sol; las calles estaban empedradas de oro, y en ellas se paseaba muchedumbre de hombres que tenían en su cabeza coronas, y en su mano palmas y arpas de oro con que cantar las alabanzas.

El espíritu de esta época

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos”, “2 Timoteo 3:1.

• El espíritu de la época dice “Aprende a Amarte a Ti Mismo”, y he escuchado muchísimos sermones de pastores bien intencionados que le hacen eco a este refrán. Pero Jesús dijo exactamente lo opuesto: “El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.” (Juan 12:25).
• El espíritu de la época dice “Busca ser el número uno”. Pero Jesús dice, “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.” (Marcos 9:35). Es un modelo de liderazgo del que siempre se predica, pero casi nunca practicado en los negocios, en el gobierno, ni tampoco en la Iglesia.
• El espíritu de la época dice, “Trata de no martirizarte, cógelo suave.” Pero Pablo dice: “Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado.” (1 Corintios 9:27).
 

Steve Jobs cambió para siempre la forma de leer la Biblia”, afirma YouVersion Las aplicaciones cristianas y aplicaciones de la Biblia para los iPods, iPads y iPhones se han vuelto una característica popular en las iglesias de todo el mundo, que es indudable evadir que Steve Jobs, facilitó otra forma tecnológica y común de leer la Biblia

NoticiaCristiana.com).
Johannes Gutenberg, con la invención de la imprenta, facilitó muchas copias de papel de la Biblia y aunque con la creación de la PC y luego de la laptop, la Biblia se volvió electrónica, jamás alguien había logrado que las personas tuvieran la Biblia al alcance de la mano, con el invento más utilizado, el teléfono, dispositivo de telecomunicación que Steve Jobs, lo convirtió en iPhone, el Smartphone más vendido y demando a nivel mundial.

Gracias a la creación del iPhone, apareció YouVersion, la plataforma más demanda y gratuita a nivel mundial donde se puede descargar una aplicación para leer la Biblia en varios idiomas y en varias versiones.
Las aplicaciones cristianas y aplicaciones de la Biblia para los iPods, iPads y iPhones se han vuelto una característica popular en las iglesias de todo el mundo, que es indudable evadir que Steve Jobs, facilitó otra forma tecnológica y común de leer la Biblia.
“La lectura de la Biblia y el compromiso, millones de personas en gastar miles de millones de minutos para leer, escuchar y compartir con los dispositivos móviles la Biblia, ha creado empleo e influencia. Algunos cristianos dicen que Steve Jobs, no se dio cuenta qué tipo de impacto tuvo su invento en el cristianismo”, publicó YouVersion en su blog oficial.
Pero a juzgar por la fe que parecía poner en sus acciones, Jobs, probablemente entendió que los movimientos que haría iban a cambiar el mundo de una manera u otra.
YouVersion, destacó el hecho de que la imprenta de Gutenberg, dio a luz a la edición moderna, pero Devices Jobs, dice que el iPhone, iPad y el iPod, han cambiado para siempre la manera de como los cristianos “hacen iglesia” y leen sus biblias.
“El pastor hoy puede crear un podcast para un sermón y lo distribuirlo a millones de creyentes para que estos lo puedan escuchar en sus iPods, iPhone o iPads, ya no se diga que la Biblia de YouVersion está disponible para otros teléfonos inteligentes como el Blackberry o un dispositivo Android, donde uno pueden leer las Sagradas Escrituras de forma gratuita”, destacó Devices Jobs.

Si Israel ataca a Irán afectará la economía mundial El secretario de Defensa de Estados Unidos, León Panetta, quien se reunirá próximamente con su homólogo israelí,


 N
 
oticiaCristiana.com).
El Ehud Barak, ministro de Defensa de Israel, dijo ayer domingo que “ha llegado la hora”, de actuar en contra de Irán, dichas declaraciones, Barak, las ofreció en una entrevista concedida en Estados Unidos, donde aseguró descartar un ataque militar para detener su programa nuclear, publica la agencia AFP.
Después de que el viernes la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) aprobara una resolución condenando las actividades nucleares de Irán, Barak aseguró a la cadena CNN que la paciencia de Israel se estaba acabando, por lo que fue interrogado sobre las crecientes especulaciones sobre un ataque militar israelí.
“No creo que eso sea un asunto para discutir públicamente. Pero le puedo decir que el informe de la AIEA hace reflexionar a muchos líderes del mundo así como a la población, y la gente entiende que ha llegado el momento”, afirmó Barak.
Sin embargo, el secretario de Defensa de Estados Unidos, León Panetta, quien se reunirá próximamente con su homólogo israelí, Ehud Barak, advirtió que un ataque contra Irán tendría un impacto negativo en la economía mundial, informaron agencias internacionales.
“Habrá consecuencias económicas que no sólo pueden afectar a nuestra economía, sino también a la global”, afirmó Panetta.
El jefe del Pentágono hizo estas declaraciones tras llegar la víspera a la ciudad canadiense de Halifax (provincia de Nueva Escocia) para asistir a una cumbre sobre seguridad durante la que, según está previsto, celebrará un encuentro bilateral con el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak.


Papa dice que iglesias evangélicas crecen porque tienen una “combinación del sincretismo de religiones”

NoticiaCristiana.com).
Benin, África .- El Papa Benedicto XVI, últimamente se ha dado a la tarea de expresar su preocupación por el avance de las iglesias evangélicas y pentecostales. Sin embargo, para contrarrestarlas es arremetiendo verbalmente en contra ellas, publica la agencia EFE.
En un encuentro que Benedicto XVI, tuvo con los periodistas a bordo del avión que le trasladó a Cotonú, la capital de Benin, África, el papa afirmó que sabe mucho del protestantismo histórico pero más bien poco del protestantismo evangélico.



Pero el Papa no solo se quedó con esa opinión porque afirmó que “las iglesias evangélicas y pentecostales están creciendo porque exponen un mensaje aparentemente comprensivo y una liturgia participativa que, en realidad, es una combinación del sincretismo de religiones. Eso les garantiza un éxito pero también les implica poca estabilidad”.
Aún así con dichas expresiones contra las iglesias evangélicas y pentecostales el Papa reconoce que el crecimiento de estas en África, por lo que advierte “no debe imitarlas” sino “preguntarse qué se debe hacer para dar una nueva vitalidad a la fe católica”.
Según el padre Mario Toro, director del departamento de promoción de la unidad y el diálogo de la Conferencia Episcopal, lo que está pasando es que hay una avalancha de católicos a las iglesias evangélicas, por la concepción cristiana en la que el mensaje no es sencillo, profundo ni comprensivo.
“El Papa nos hace un llamado a que transformemos nuestra manera de hablar a la gente para que lo hagas de manera más receptiva, con un lenguaje más cercano, que comprenda las necesidades de la gente” dijo el padre Toro.

Gira misionera en quechua edificó al sur del país

La obra del Movimiento Misionero Mundial continúa avanzando y las barreras del idioma no existen para este fin. En esta oportunidad, se desarrolló una gira misionera en habla quechua que tuvo como protagonista central al Espíritu Santo.

El templo central de nuestra organización en Arequipa albergó dos servicios especiales en los que se contó con la presencia de delegaciones de todo el sur peruano y de la ciudad de Lima.
Luego, la ciudad de Azángaro en Puno fue la segunda sede de la actividad. Un amplio local municipal recibió a muchos interesados en un toque especial de Dios.
Finalmente, en el Salón de Convenciones de Juliaca  se vivió un intenso fin de fiesta. La hermana Ester Castillo, quien labora desde hace varios años en la evangelización en el idioma Runa Simi, fue la portadora de la Palabra de Dios en estas multitudinarias reuniones

Exitosa videoconferencia sobre el mensaje de la música realizó Bethel

Esta tarde se emitió la segunda parte de la edificante videoconferencia sobre la música y su poder oculto.  Nuevamente el reverendo Eugenio Masías dilucidó muchas dudas respectó a un tema que siempre causa polémica en el ámbito cristiano y secular.

A través de nuestra plataforma virtual de comunicaciones y de las redes sociales se plantearon múltiples consultas llegadas desde distintas partes del mundo. También, se hizo una rápida revisión del contenido de algunas canciones actuales y clásicas cuyos mensajes son abiertas alusiones al contacto con fuerzas ocultas.
De esta manera Bethel utiliza las nuevas tecnologías para dar a conocer la verdad de Cristo a millon

Iglesias de Tarma y Pichanaqui celebraron su aniversario

Las iglesias de Tarma y Pichanaqui,  realizaron dos campañas evangelísticas con motivo de celebrar un nuevo año de labor misionera. Los eventos se desarrollaron en los templos del Movimiento Misionero Mundial de estas zonas. 

En el distrito de Pichanaqui la fiesta espiritual se llevó a cabo con la presencia de hermanos provenientes de todo el Presbiterio Treinta.
El portador de la palabra de Dios fue el pastor Edwin Mauricio Alza. Al término del mensaje, muchas personas sedientas del perdón de Dios pasaron al altar. 
Por otro lado, en la ciudad de Tarma, situada a 3.050 metros sobre nivel del mar, se celebraron dieciséis años de labor misionera de nuestra organización. El templo local fue la sede de la preciosa actividad.
El pastor Abel Arrieta, encargado de la obra en Mazamari, fue el encargado de llevar el mensaje de Jesucristo.
Cabe resaltar que los pastores de Pichanaqui, Edgar Huamaní,  y de Tarma, José Alcántara, vienen realizando una ardua labor cristiana en sus iglesias.

España tiene nuevo presidente

El líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, prometió hoy ser el “presidente de todos los españoles” y situó la lucha contra el desempleo, la deuda y el estancamiento económico como sus principales tareas, en su primer mensaje público tras imponerse en las elecciones generales.

“Mis únicos enemigos son el paro, el déficit, la deuda excesiva y el estancamiento”, dijo Rajoy en una comparecencia televisada desde la sede central de su partido, que podrá gobernar en solitario con una amplia mayoría absoluta de 186 de los 350 diputados del Congreso de los Diputados.
“El pueblo se ha expresado. Lo ha hecho alto y claro. Ha decidido dejar lo que había y abrazar el cambio. Y para ese cambio quiero convocar a todos”, afirmó el presidente del PP, quien aseguró que gobernará “al servicio de España y de los españoles”.
Rajoy estimó que España atraviesa por “la más delicada coyuntura” en décadas y aseguró que, durante su gobierno, no habrá milagros. “No los hemos prometido, pero ya hemos visto otras veces que cuando se hacen bien las cosas, los éxitos llegan”, indicó, prometiendo que trabajará con “seriedad y constancia”.
El futuro presidente español se mostró dispuesto a “devolver a los españoles el orgullo de serlo” y consideró que el futuro del país se decide “en y con Europa”. Al respecto, prometió trabajar para que “se vuelva a respetar la voz” de España. “Dejaremos ser parte del problema para ser parte de la solución”, afirmó. (FUENTE: ELCOMERCIO.PE).

Una Cristiana travesía

El Peregrino es una de las obras cristianas más vendidas después de la Biblia. Novela de edificación espiritual contiene un caudal de enseñanzas y estímulos que lo hace de inestimable valor. Narra de forma alegórica el viaje de Cristiano, el personaje principal, a la Ciudad Celestial.
El Progreso del Peregrino,es un excepcional libro escrito por el renombrado autor y predicador inglés, Juan Bunyan. Esta obra fue creada durante su estancia en la cárcel y fue publicada en dos partes, la primera, en 1678, y la segunda, en 1684.
Bunyan publicó el texto bajo el nombre de: “El progreso del peregrino desde este mundo al otro que está por llegar”, pero fue posteriormente abreviado a: “El peregrino”, como es conocido en la actualidad.
El libro ha dado la vuelta al mundo y ha sido consagrado como uno de los más vendidos después de la Biblia. Así pues, en la reconocida obra de divulgación “La cultura”: todo lo que hay que saber, el profesor Dietrich Schwanitz, célebre escritor alemán, incluye a El Peregrino, en su relación de “libros que han cambiado el mundo”.
El autor nos sumerge en el mundo espiritual y nos muestra de una forma clara y evidente los peligros que se presentan a diario en la carretera de la vida peregrina y la luz al final del camino. Lo más impresionante de esta obra, es que ha sido leída por los hombres más eruditos y así también por los más pequeños. Su lenguaje sencillo, adornado por melodiosos cánticos y poemas, hacen de este texto una de las grandes obras de la literatura inglesa.
Este relato, además, es considerado como una extraordinaria alegoría. Puesto que el autor refleja en los diálogos una exquisita e incalculable imaginación. Del mismo modo, los personajes revelan a través de sus peculiares nombres, sus virtudes y vilezas.    
La espléndida obra del célebre escritor inglés tiene su origen en un fantástico e ilusorio sueño de Bunyan, en el que él es testigo de la travesía de Cristiano, el personaje principal, quien va en busca de la Ciudad Celestial. Este libro está comprendido por veinte capítulos, que narran paso a paso el progreso del peregrino. En el primer capítulo, Cristiano conoce a Evangelista, quien le enseña la senda que lo guiará hacia el camino de la salvación.
EVANGELISTA.- ¿Por qué lloras?

CRISTIANO.- Porque temo que esta carga que sobre mí llevo me ha de sumir en lo más hondo del sepulcro, y que he de caer en un lugar de tomento eterno. Y si no estoy dispuesto para ir a la cárcel, lo estoy menos para el juicio, y muchísimo menos para  el  suplicio. ¿No quieres, pues, que llore y que me estremezca?

EVANGELISTA.- Entonces, ¿por qué no tomas una resolución? Toma, lee.

CRISTIANO.- (Recibiendo un rollo de pergamino y leyendo). “¡Huye de la ira venidera!”. ¿Adónde y por dónde he de huir?

EVANGELISTA.- (Señalando a un campo muy espacioso). ¿Ves esa puerta angosta?

CRISTIANO.- No.

EVANGELISTA.- ¿Ves allá, lejos, el resplandor de una luz?

CRISTIANO.- ¡Ah!, sí.

EVANGELISTA.- No la pierdas de vista; ve derecho hacia ella, y hallarás la puerta; llama y allí te dirán lo que has de hacer.
De esa manera Cristiano empezó lo que fue un largo y agotador viaje. En un principio, fue acompañado por Obstinado y Flexible, quienes al ver las dificultades del camino, abandonaron al peregrino. Luego, fue engañado sutilmente por Sabio-según-el-mundo, hasta que Evangelista apareció, enviado por Dios, para volver a encarrilar a Cristiano en el sendero de la verdad. Y después de estar a un paso de abandonar ese camino accidentado y atestado de baches espirituales, Cristiano, arrastrando su pesada carga, logró llegar a la puerta estrecha, que lo condujo hacia la Cruz.
¡Cuál no sería entonces la agilidad y el gozo de Cristiano! “¡Bendito Él, le oí exclamar, que con sus penas me ha dado descanso, y con su muerte me ha dado vida!” Por algunos instantes se quedó como estático, mirando y adorando, porque le era muy sorprendente que la vista de la Cruz así hiciese caer su carga; continuó contemplándola, hasta que su corazón  rompió  en  abundantes lágrimas. Llorando estaba, cuando tres Seres resplandecientes se pusieron delante de él, saludándole con la Paz. Luego, el primero le dijo: Perdonados te son tus pecados. Entonces el segundo le despojó de sus harapos y le vistió de un nuevo ropaje, y el tercero le puso una señal en su frente; le entregó un rollo sellado, el cual debía estudiar en el camino, y entregar a su llegada, a la puerta celestial.
Así continuó el peregrino su extenso trayecto hacia la redención, en donde conoció a Simplicidad, Presunción y Pereza, que se encontraban sumergidos en el mar de un intenso sueño. Asimismo, sufrió la indiferencia y el desprecio de Formalista e Hipocresía, y se adentró en el palacio de Hermoso, en donde fue tratado con suma amabilidad y aprecio. Pese a todas estas situaciones, Cristiano se mantuvo fiel y no abandonó el camino que había emprendido hacia el paraíso. Y en medio de tantas circunstancias adversas, este devoto viajero se introdujo en el sombrío valle de la Humillación, en donde fue asaltado sin piedad por Apollyón, pero finalmente logró vencer, gracias a su inagotable fe y a la espada de la palabra de Dios.
Concluida la pelea, Cristiano pensó en dar gracias a Aquél que le había librado de la boca del león, a Aquél que le auxilió contra Apollyón. Y puesto de rodillas, dijo:
Beelzebub se propuso mi ruina,
Mandando contra mí su mensajero
A combatirme con furiosa inquina,
Y me hubiera vencido en trance fiero;
Mas me ayudó quien todo lo domina,
Y así pude ahuyentarle con mi acero:
A mi Señor le debo la victoria,
Y gracias le tributo, loor y gloria.
Entonces una mano misteriosa le alargó algunas hojas del árbol de la vida; Cristiano las aplicó a  las heridas que había recibido en la batalla y quedó curado al instante.
Cristiano necesitaba, sin duda, un compañero con quien conversar y a quien confesarle sus más profundas aflicciones. Así el peregrino encontró en Fiel, un amigo sincero y dispuesto a brindarle su apoyo incondicional. Y de esa manera, continuaron juntos su travesía, hasta llegar a un lugar atestado de personas soberbias y jactanciosas. En la feria de la Vanidad, los traficantes exhibían con orgullo su más preciada mercadería, lo que sorprendía a toda multitud, menos a Cristiano y a Fiel, porque su mirada estaba enfocada únicamente en los asuntos celestiales.
Lo que más asombró a los traficantes era que estos peregrinos hacían muy poco caso de sus mercancías; ni aun se tomaban siquiera la molestia de mirarlas, y si se les  llamaba  a comprar, tapándose los oídos, exclamaban: Aparta mis ojos para que no vean la vanidad. Y miraban hacia arriba, como dando a entender que sus dependencias estaban en el cielo. Uno, queriendo mofarse de estos hombres, les dijo burlándose: ¿Qué queréis comprar? Y ellos, mirándole con ojos serios, le dijeron: Compramos la verdad.
A causa de su indiferencia por las cosas materiales, el peregrino y su amigo fueron perseguidos y sentenciados. Así, Fiel fue condenado a una de las muertes más crueles e inhumanas. Fue azotado, apedreado y ejecutado en la hoguera. Pero tan pronto como su alma subió a la presencia de Dios, Bunyan divisó a lo lejos un carro resplandeciente que recogió a Fiel y lo elevó hacia la gloria eterna. Cristiano, por su parte, tenía el corazón afligido a causa de la muerte de su noble compañero y permanecía aún en la cárcel, pero logró escapar y prosiguió su camino hasta llegar a la meta final.
En cuanto a Cristiano, dilataron su castigo y le volvieron a su cárcel, en donde permaneció todavía algún tiempo. Pero Aquél que todo lo dispone y tiene en su mano el poder sobre la rabia de ellos, dispuso que Cristiano escapase otra vez. Entonces él continuó su camino, cantando:
“¡Con qué valor, oh Fiel, has profesado tu fe en Jesús, con quien serás bendito, mientras sufra el incrédulo obstinado la pena que merece su delito!
Tu nombre, por morir cual buen soldado, con letras indelebles queda escrito; y si en el mundo y para el mundo mueres gozas eterna vida de placeres.”
En medio de su arduo caminar, Cristiano conoció a Esperanza y juntos continuaron su recorrido, pero se desviaron y se vieron atrapados por el Gigante Desesperación, y cuando ya no había esperanza, Dios, con su infinito amor y misericordia, los rescató. También conocieron otros singulares personajes como Ignorancia, Vuelve-atrás, robo de Poca-Fe, Adulador y Ateo. Y a pocos pasos de conseguir el triunfo espiritual y alcanzar la corona de la vida eterna, atravesaron el río Muerte, sin sufrir ningún daño. Así pues, acontece en el sueño de Bunyan, el momento más significativo de este sorprendente y conmovedor relato, en donde Cristiano y Esperanza entran por las puertas celestiales y el autor nos narra, al detalle, cada suceso de este emotivo capítulo final.
Los vi entonces entrar por la puerta y que cuando hubieron entrado fueron transfigurados y recibieron vestiduras que resplandecían como el oro, y arpas y coronas que les fueron entregadas; oí también que todas las campanas de la ciudad se echaron a vuelo otra vez, en señal de regocijo, al mismo tiempo que los ministros del Rey decían a los peregrinos: “Entrad en el gozo de vuestro Señor”. Con cuan efusión y gozo respondieron éstos: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sea la bendición y la honra, y la gloria y el poder para siempre jamás”.

Aprovechando yo entonces el momento en que se abrieron las puertas para dejarles pasar, miré hacia dentro tras ellos, y he aquí, la ciudad brillaba como el sol; las calles estaban empedradas de oro, y en ellas se paseaba muchedumbre de hombres que tenían en su cabeza coronas, y en su mano palmas y arpas de oro con que cantar las alabanzas.

El espíritu de esta época

También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos”, “2 Timoteo 3:1.
• El espíritu de la época dice “Aprende a Amarte a Ti Mismo”, y he escuchado muchísimos sermones de pastores bien intencionados que le hacen eco a este refrán. Pero Jesús dijo exactamente lo opuesto: “El que se apega a su vida la pierde; en cambio, el que aborrece su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.” (Juan 12:25).
• El espíritu de la época dice “Busca ser el número uno”. Pero Jesús dice, “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.” (Marcos 9:35). Es un modelo de liderazgo del que siempre se predica, pero casi nunca practicado en los negocios, en el gobierno, ni tampoco en la Iglesia.
• El espíritu de la época dice, “Trata de no martirizarte, cógelo suave.” Pero Pablo dice: “Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado.” (1 Corintios 9:27).
 

Steve Jobs cambió para siempre la forma de leer la Biblia”, afirma YouVersion Las aplicaciones cristianas y aplicaciones de la Biblia para los iPods, iPads y iPhones se han vuelto una característica popular en las iglesias de todo el mundo, que es indudable evadir que Steve Jobs, facilitó otra forma tecnológica y común de leer la Biblia. Estados Unidos | Jueves 17 de Noviembre, 2011 | Por Nínro Ruíz Peña |

NoticiaCristiana.com).
Johannes Gutenberg, con la invención de la imprenta, facilitó muchas copias de papel de la Biblia y aunque con la creación de la PC y luego de la laptop, la Biblia se volvió electrónica, jamás alguien había logrado que las personas tuvieran la Biblia al alcance de la mano, con el invento más utilizado, el teléfono, dispositivo de telecomunicación que Steve Jobs, lo convirtió en iPhone, el Smartphone más vendido y demando a nivel mundial.
Gracias a la creación del iPhone, apareció YouVersion, la plataforma más demanda y gratuita a nivel mundial donde se puede descargar una aplicación para leer la Biblia en varios idiomas y en varias versiones.
Las aplicaciones cristianas y aplicaciones de la Biblia para los iPods, iPads y iPhones se han vuelto una característica popular en las iglesias de todo el mundo, que es indudable evadir que Steve Jobs, facilitó otra forma tecnológica y común de leer la Biblia.
“La lectura de la Biblia y el compromiso, millones de personas en gastar miles de millones de minutos para leer, escuchar y compartir con los dispositivos móviles la Biblia, ha creado empleo e influencia. Algunos cristianos dicen que Steve Jobs, no se dio cuenta qué tipo de impacto tuvo su invento en el cristianismo”, publicó YouVersion en su blog oficial.
Pero a juzgar por la fe que parecía poner en sus acciones, Jobs, probablemente entendió que los movimientos que haría iban a cambiar el mundo de una manera u otra.
YouVersion, destacó el hecho de que la imprenta de Gutenberg, dio a luz a la edición moderna, pero Devices Jobs, dice que el iPhone, iPad y el iPod, han cambiado para siempre la manera de como los cristianos “hacen iglesia” y leen sus biblias.
“El pastor hoy puede crear un podcast para un sermón y lo distribuirlo a millones de creyentes para que estos lo puedan escuchar en sus iPods, iPhone o iPads, ya no se diga que la Biblia de YouVersion está disponible para otros teléfonos inteligentes como el Blackberry o un dispositivo Android, donde uno pueden leer las Sagradas Escrituras de forma gratuita”, destacó Devices Jobs.