Más de 260 personas han muerto y otras 500 han resultado heridas tras
los bombardeos «indiscriminados» del Gobierno de Al Assad a la población civil
de esta ciudad de Siria
La ciudad siria de Homs vivió esta noche «una catástrofe en todo el sentido de la palabra», según relataron dos testigos del bombardeo del régimen, que aseguraron haber visto entre las víctimas «cadáveres de niños sin cabeza».
La ciudad siria de Homs vivió esta noche «una catástrofe en todo el sentido de la palabra», según relataron dos testigos del bombardeo del régimen, que aseguraron haber visto entre las víctimas «cadáveres de niños sin cabeza».
Uno
de esos testigos, Abu Bilal Al Homsi, explicó a Efe por teléfono que él mismo
ayudó a recoger restos humanos diseminados tras la ofensiva del régime
La
ciudad siria de Homs vivió esta noche
«una catástrofe en todo el sentido de la palabra», según relataron dos
testigos del bombardeo del régimen, que aseguraron haber visto entre las
víctimas «cadáveres de niños sin cabeza».
Uno
de esos testigos, Abu Bilal Al Homsi, explicó a Efe por teléfono que él mismo
ayudó a recoger restos humanos diseminados tras la ofensiva del régimen, y que
entre estos había «cadáveres de niños descabezados». «No paramos
de recoger cadáveres de niños».
Al
Homsi aseguró que el número de fallecidos aumenta debido a la ausencia de
tratamiento médico adecuado por «las dificultades sobre el terreno y por el
bloqueo de las fuerzas del régimen» sobre esta ciudad del centro de Siria,
bastión de la rebelión contra el presidente Bachar al Asad.
«Las
cifras que tenemos indican que más de
260 personas murieron y otras 500 resultaron heridas en esta masacre»,
agregó este activista.
Esa
misma cifra de víctimas mortales ha sido aportada por el Consejo Nacional Sirio
(CNS), la principal organización opositora, que también alertó sobre la
posibilidad de que la cifra crezca en posteriores recuentos.
Bombardeos indiscriminados
Al
Homsi añadió que los bombardeos fueron indiscriminados y afectaron a edificios
habitados y mezquitas.
Las
fuerzas gubernamentales utilizaron, según Al Homsi, armamento pesado como
disparos de mortero, que procedieron de tres lugares: la sede de los
servicios de inteligencia en Homs; el barrio Karam Chemchem, habitado por
una mayoría alauí; y un puesto de control militar establecido en las afueras de
la ciudad.
El
activista reveló que los opositores pudieron infiltrarse en las líneas de
comunicación militar y así supieron, al escuchar las conversaciones de los
oficiales con «walkie-talkies», que los bombardeos con mortero no cesaron hasta que se acabaron las
municiones.
Otro
testigo, que pidió ser identificado como Abul Ward al Masri, confirmó la
existencia de cuerpos de niños decapitados, y aseguró que el barrio de Al
Jaldiya fue el más afectado tras ser bombardeado «de manera indiscriminada con
bombas con metralla, proyectiles y obuses de tanques».
«Es una catástrofe en todo el sentido de la palabra»
«Hay
todavía algunos cadáveres debajo de las casa derrumbadas y los estamos sacando
con nuestras propias manos por falta del equipamiento adecuado», relató
El
régimen sirio ha negado, a través de la agencia oficial Sana, que sus tropas
lanzaran anoche una ofensiva en Homs, y atribuyó las informaciones a la
«escalada de los grupos armados y del consejo de Estambul (en referencia al CNS)
en sus tribunas mediáticas para instrumentalizarlas en el Consejo de
Seguridad».
Una
fuente oficial anónima citada por Sana explicó que los cadáveres mostrados por
las televisiones son cuerpos de secuestrados por los «grupos
terroristas armados», que fueron asesinados y posteriormente
fotografiados como víctimas del supuesto bombardeo.n, y que entre estos había
«cadáveres de niños descabezados». «No paramos de recoger cadáveres
de niños».
Al
Homsi aseguró que el número de fallecidos aumenta debido a la ausencia de
tratamiento médico adecuado por «las dificultades sobre el terreno y por el
bloqueo de las fuerzas del régimen» sobre esta ciudad del centro de Siria,
bastión de la rebelión contra el presidente Bachar al Asad.
«Las
cifras que tenemos indican que más de
260 personas murieron y otras 500 resultaron heridas en esta masacre»,
agregó este activista.
Esa
misma cifra de víctimas mortales ha sido aportada por el Consejo Nacional Sirio
(CNS), la principal organización opositora, que también alertó sobre la
posibilidad de que la cifra crezca en posteriores recuentos
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