El templo central de nuestra
organización en Arequipa albergó dos servicios especiales en los que se
contó con la presencia de delegaciones de todo el sur peruano y de la
ciudad de Lima.
Luego, la ciudad de Azángaro en Puno
fue la segunda sede de la actividad. Un amplio local municipal recibió a
muchos interesados en un toque especial de Dios.
Finalmente, en el Salón de Convenciones
de Juliaca se vivió un intenso fin de fiesta. La hermana Ester
Castillo, quien labora desde hace varios años en la evangelización en el
idioma Runa Simi, fue la portadora de la Palabra de Dios en estas
multitudinarias reuniones.
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