Los psicólogos refuerzan la teoría de las dos naturalezas humanas, encontrando una mayor distancia de personalidad entre los sexos.
ENERO DE 2012, ESTADOS UNIDOS
Un estudio realizado por psicólogos británicos e italianos y publicado en la revista profesional ‘Plos One’ revela las diferencias de personalidad entre hombres y mujeres que, según las investigaciones, tienen un origen biológico (cerebral) y no sólo se deben a aspectos socioeducativos.
Los autores del trabajo, que han llamado ‘La distancia entre Marte y Venus’, han aplicado una escala de 15 rasgos de personalidad a una encuesta mucho más general realizada a 10.200 estadounidenses, la mayoría de raza blanca y con un nivel de estudios superior a la media en su país. Los resultados indican que, de media, las mujeres son más sensibles que los hombres y también son más cordiales, aprensivas o ansiosas. Por el contrario, los hombres obtienen una mayor puntuación en rasgos como la estabilidad emocional, la dominancia, la atención a las normas y la vigilancia.
Los investigadores explican que la sensibilidad diferencia a las personas que son sensibles, sentimentales, estéticas y tiernas de las que son utilitarias, objetivas, poco sentimentales y duras de carácter, lo que influye en el comportamiento general. Por eso seguramente, aun quitando del estudio la diferencia en sensibilidad, que es la más llamativa, se obtuvo una discrepancia significativa en otros rasgos de personalidad entre hombres y mujeres.
DISTINTOS Y COMPLEMENTARIOS
Marco del Giudice y sus colegas recuerdan, además, que la mayoría de los rasgos de personalidad tienen efectos importantes en el comportamiento sexual y como padres de los individuos, a través de factores como la promiscuidad sexual, la estabilidad en las relaciones sentimentales y el divorcio.
La promiscuidad se puede predecir por una puntuación alta en rasgos como la extraversión, la apertura a experiencias nuevas, el neuroticismo, y otros como el narcisismo y la psicopatía. Puntuaciones bajas en afabilidad y responsabilidad auguran, junto con una alta extraversión, una mayor inestabilidad emocional y una mayor probabilidad de divorcio.
En cuanto a otros tipos de comportamiento, como la tendencia a conseguir un estatus y a correr más o menos riesgos, también resultan relacionados con el género “como si existieran dos naturalezas humanas, tal como lo enunciaron Davies y Shackelford”, dicen los autores.
INTELIGENCIA FUNCIONAL
La inteligencia acompaña a la personalidad como factor crucial en el comportamiento. El cerebro masculino es, de media, un 10% mayor en volumen que el femenino y tiene, por tanto, más neuronas. La mayoría de los estudios indican que esta diferencia no se refleja en la inteligencia general.
De hecho dos psicólogos españoles, coordinados por Roberto Colom y Richard Haier, han confirmado esta hipótesis con un nuevo estudio sobre 100 adultos jóvenes, publicado en Intelligence. Su conclusión es que las diferencias significativas en el volumen cerebral en los voluntarios estudiados, en cuyos cerebros han medido la materia gris y la materia blanca con resonancia magnética, no se relacionan con el factor general de inteligencia, llamado g.
Sin embargo, este estudio sí ha confirmado diferencias significativas en habilidades espaciales, como la rotación mental de figuras en tres dimensiones (que los hombres hacen mejor), y que se supone exigen el uso de una gran capacidad cerebral. Y las mujeres han dado mejores resultados en las pruebas de fluidez verbal.Así que la conclusión final es que, dependiendo de cual sea la tarea compleja a realizar, los hombres tienen más neuronas pero las mujeres las utilizan de forma más eficiente.
Los autores del trabajo, que han llamado ‘La distancia entre Marte y Venus’, han aplicado una escala de 15 rasgos de personalidad a una encuesta mucho más general realizada a 10.200 estadounidenses, la mayoría de raza blanca y con un nivel de estudios superior a la media en su país. Los resultados indican que, de media, las mujeres son más sensibles que los hombres y también son más cordiales, aprensivas o ansiosas. Por el contrario, los hombres obtienen una mayor puntuación en rasgos como la estabilidad emocional, la dominancia, la atención a las normas y la vigilancia.
Los investigadores explican que la sensibilidad diferencia a las personas que son sensibles, sentimentales, estéticas y tiernas de las que son utilitarias, objetivas, poco sentimentales y duras de carácter, lo que influye en el comportamiento general. Por eso seguramente, aun quitando del estudio la diferencia en sensibilidad, que es la más llamativa, se obtuvo una discrepancia significativa en otros rasgos de personalidad entre hombres y mujeres.
DISTINTOS Y COMPLEMENTARIOS
Marco del Giudice y sus colegas recuerdan, además, que la mayoría de los rasgos de personalidad tienen efectos importantes en el comportamiento sexual y como padres de los individuos, a través de factores como la promiscuidad sexual, la estabilidad en las relaciones sentimentales y el divorcio.
La promiscuidad se puede predecir por una puntuación alta en rasgos como la extraversión, la apertura a experiencias nuevas, el neuroticismo, y otros como el narcisismo y la psicopatía. Puntuaciones bajas en afabilidad y responsabilidad auguran, junto con una alta extraversión, una mayor inestabilidad emocional y una mayor probabilidad de divorcio.
En cuanto a otros tipos de comportamiento, como la tendencia a conseguir un estatus y a correr más o menos riesgos, también resultan relacionados con el género “como si existieran dos naturalezas humanas, tal como lo enunciaron Davies y Shackelford”, dicen los autores.
INTELIGENCIA FUNCIONAL
La inteligencia acompaña a la personalidad como factor crucial en el comportamiento. El cerebro masculino es, de media, un 10% mayor en volumen que el femenino y tiene, por tanto, más neuronas. La mayoría de los estudios indican que esta diferencia no se refleja en la inteligencia general.
De hecho dos psicólogos españoles, coordinados por Roberto Colom y Richard Haier, han confirmado esta hipótesis con un nuevo estudio sobre 100 adultos jóvenes, publicado en Intelligence. Su conclusión es que las diferencias significativas en el volumen cerebral en los voluntarios estudiados, en cuyos cerebros han medido la materia gris y la materia blanca con resonancia magnética, no se relacionan con el factor general de inteligencia, llamado g.
Sin embargo, este estudio sí ha confirmado diferencias significativas en habilidades espaciales, como la rotación mental de figuras en tres dimensiones (que los hombres hacen mejor), y que se supone exigen el uso de una gran capacidad cerebral. Y las mujeres han dado mejores resultados en las pruebas de fluidez verbal.Así que la conclusión final es que, dependiendo de cual sea la tarea compleja a realizar, los hombres tienen más neuronas pero las mujeres las utilizan de forma más eficiente.
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