lunes, 2 de enero de 2012

El abrazo entre fútbol y fe evangélica en Brasil crea tensiones


En Brasil ha crecido la manifestación pública de la fe y la afiliación de jugadores a comunidades religiosas, especialmente evangélicas. Un fenómeno que ha saltado al debate en los medios.
 Una de las más notorias manifestaciones de fe vistas en un campo de fútbol se produjo en la final de la Copa Confederaciones en 2009, cuando  el equipo brasileño al completo se abrazaron para orar juntos . La anécdota -que no pasó desapercibida a la FIFA,  que ha prohibido este tipo de manifestaciones  desde entonces- muestra cómo en Brasil son cada vez más comunes las muestras de fe en el terreno de juego.

Fútbol y religión, sin duda, son dos grandes pasiones en Brasil, pero para algunos la mezcla de ambas ha ido demasiado lejos en el máximo nivel profesional de ese deporte en el país.
Emerson Leão, ex portero de la selección brasileña y actual entrenador del Sao Paulo, ha sido una voz crítica al respecto.  El entrenador considera que hay líderes religiosos que pueden llegar a influir más en ciertos equipos que los propios técnicos.
“Ya dirigí un equipo que, de veinte jugadores, dieciséis eran de una comunidad cristiana evangélica. Uno hablaba aquí y el pastor cambiaba allá. Dije: ‘Presidente, vamos a actuar’. Y él respondió: ‘Pero Leão, entonces nos vamos a quedar sin jugadores’”. Es el relato del entrenador en una entrevista al diario Folha de Sao Paulo.
 ¿PROTAGONISMO EXCESIVO?
 La presencia religiosa está lejos de ser algo nuevo en el fútbol en Brasil, el país que ha ganado la Copa del Mundo más veces (cinco) y es al mismo tiempo la nación con más católicos en el planeta y una comunidad pujante y creciente de evangélicos. Sin embargo, algunos como Leão creen que esa presencia ha adquirido un peso excesivo.
“No es nueva, pero recientemente ha llegado a un punto de exageración”, dijo Juca Kfouri, uno de los periodistas deportivos más reconocidos de Brasil. “Es un fenómeno más de este siglo”, agregó.
Kfouri recuerda la ola de críticas que recibió por haber denunciado en 2009 lo que a su juicio fue un “proselitismo religioso” de los jugadores de la selección nacional al ganar la Copa de Confederaciones en Sudáfrica. El mediocampista Kaká, que en esa ocasión se quitó la camiseta brasileña para mostrar otra que vestía debajo con la leyenda en inglés “Yo pertenezco a Jesús”, dijo tiempo después que Kfouri es ateo y lo perseguía por ser creyente.
El periodista cree que  el fenómeno de la influencia religiosa en el fútbol brasileño corresponde sobre todo a la fe evangélica y está presente “en la mayoría” de los clubes profesionales del país.
Según el periodista, “se reúnen para orar en la concentración y quien no participa es mal visto: quieren forzar a todo el mundo a tener la misma religión, a pagar el diezmo”, afirmó. A su juicio, este tema es un “tabú” en Brasil.

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