
La versión online del escrito ha servido para
canalizar la indignación de muchos. «Esta gente es mala. Que se sientan seguros
como para poner por escrito ideas tan retorcidas revela lo bajo que hemos caído
como sociedad», se lee en uno de los comentarios. El editor de la revista, el
profesor Julian Savulescu del centro de ética práctica de Oxford, ha denunciado
en su blog que «el artículo ha generado correspondencia abusiva con los autores
y amenazas a su vida y seguridad». Savulescu justifica su publicación recordando
que «argumentos así han estado muy presentes en la literatura académica».
Pero los grupos pro vida británicos han
condenado las implicaciones del artículo, solo una semana después de que varios
periódicos denunciaran la práctica de abortos en función del género del bebé en
el Reino Unido. «Este artículo demuestra lo que los pro vida hemos dicho
siempre: que los argumentos en favor del aborto justifican el infanticidio»,
afirmaba ayer Anthony Ozimic, de la Sociedad para la Protección de Bebés No
Nacidos, a «The Daily Telegraph». «Nacer es solo un cambio de ubicación, no hay
diferencia en el estatus moral de un niño un día antes de nacer y un día
después», defiende.
Los autores reconocen en todo momento los
dilemas morales presentes y la dificultad de encontrar «argumentos definitivos»
para defender que una vida con ciertas patologías no merezca ser vivida. Pero
recuerdan que en Holanda se acepta el infanticidio en ciertos casos y que, entre
2005 y 2009, «solo» el 64% de los casos de síndrome de Down fueron detectados
con test prenatales en 18 países europeos. Un periodo en el que nacieron, dicen,
1.700 niños con una condición que, reconocen, es «compatible» con la
felicidad.
FUENTE: ABC
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