El siervo de Abraham tenía una misión complicada, encontrar esposa para Isaac, un joven rico, único heredero de su padre, la promesa de Dios.
Los requisitos eran que la futura esposa de Isaac fuese una mujer de la misma fe, claro que esto incluye cualidades como: trabajadora, fuerte, piadosa y un corazón dispuesto a servir.
Rebeca era una encantadora mujer soltera y tenía grandes cualidades que llamaban la atención de Dios.
Era virgen, se mantuvo pura esperando al hombre que Dios tenía preparado para ella y no estaba afligida ni andaba lloriqueando por los rincones porque estaba soltera, o insinuándose a los hombres.
En lugar de eso era muy dedicada, hospitalaria, atenta y le encantaba servir a todos.
El día de su bendición estaba cerca, pero Rebeca necesitaba pasar por una prueba de fuego. Ella no sabía nada, mas su actitud haría la diferencia. Estaba a punto de cosechar todo lo que había sembrado.
Llegando el viejo Eleazar, criado de Abraham, cansado de su largo viaje, pidió agua a Rebeca, como siempre graciosa y servicial, enseguida le dio agua y también a sus camellos, demostrando una vez más su corazón de sierva.
Esta actitud le hizo alcanzar la bendición. Fíjate en el detalle: ella le servió sin segundas intenciones, pues no sabía quien era ni cuál era su propósito.
Ella creyó que esto venía de Dios y su fe la hizo dejar todo para ir al encuentro de su prometido.
¿Ya pensaste que tu prometido podría no estar en la misma ciudad que tú? Tal vez vive en otro estado o incluso en otro país.
¿Te sientes desanimada porque no ves a nadie que podría ser tu otra mitad?
Confía en Dios, Él hace cosas sorprendentes.
Pero, ¿qué estás haciendo para ser bendecida en tu vida sentimental?
Pon atención a los siguientes consejos:
*¿Estás buscando marido actuando como una mujer del mundo, o será que has buscado adquirir cualidades que de verdad van a atraer al hombre de Dios, como las que tenía Rebeca?
*Nunca llames la atención de una manera equivocada, queriendo seducir con la mirada o exhibiendo tu cuerpo, debes ser graciosa y discreta.
* Si tu corazón está ansioso y desesperado, es posible que hayas tomado actitudes precipitadas y te hayas equivocado una y otra vez.
*Tal vez te has preocupado mucho con tu belleza para conseguir marido, mas no te olvides que lo más importante es el carácter, tu relación con Dios, el hombre de Dios necesita una mujer de Dios, no solamente un rostro bonito.
*Algo muy importante, debes buscar a alguien de la misma fe, casarse con un incrédulo puede traer infelicidad y sufrimiento para tu vida, mucho cuidado a la hora de elegir. Mejor dejar a Dios escoger, ¿verdad? Él nunca se equivoca.
*Si tu sueño es hacer la obra de Dios en el altar, cuida del pueblo, ama a las almas, ten intimidad con Dios y Él cuidará de cada detalle de tu vida.
* Sé sincera, nunca hagas las cosas con segundas intenciones, para recibir algo a cambio, sino que hazlas porque de verdad tienes un corazón dispuesto a servir, Dios conoce la intención de nuestro corazón.
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