Una de las historias más evocadoras del Antiguo Testamento
hace mención a Jonás, quien por desobedecer una instrucción de Dios fue devorado
por una ballena, en la que vivió por tres días, antes de ser perdonado y
devuelto a tierra.
Ahora, arqueólogos de la U. de Charlotte
(EE.UU.) hallaron una tumba del año 70 d. C., en Jerusalén, con osarios de
piedra caliza grabados con una inscripción en griego y un dibujo de esta
historia bíblica que, a su juicio, es la evidencia cristiana más antigua que se
haya encontrado.
En la tumba se halló también una inscripción
griega de cuatro líneas que hace referencia a que Dios “asciende” a alguien,
mientras que la imagen tallada muestra lo que parece ser una ballena con un
hombre en su boca. El equipo señala que la figura recrea la historia de Jonás,
muy relacionada con la resurrección y habitual en el inicio del cristianismo,
historia que se ha hallado en varias catacumbas romanas.
Los expertos dicen que los grabados fueron
hechos por algunos de los primeros seguidores de Jesús, pocas décadas después de
su muerte. Además, añaden que, en conjunto, la inscripción y la imagen son
testimonios de la fuerte fe en la resurrección que existía entre los cristianos
de la época.
FUENTE: LATERCERA.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario