Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es
él. – Proverbios 23:7. La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús…
Todo lo que es verdadero… todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad… y el Dios de paz estará con vosotros. –
Filipenses 4:7-9.
¿Su mente está acosada por pensamientos
negativos, malsanos o violentos? ¿Quiere realmente salir de ese callejón sin
salida? En la Biblia Dios declara que la intención del corazón del hombre es
mala desde su juventud (Génesis 8:21) y que Dios conoce todo intento de los
pensamientos (1 Crónicas 28:9). Pero si reconocemos nuestra condición de pecador
y aceptamos el perdón de Dios, podemos dejar en sus manos nuestra forma de
pensar, pues por medio del Espíritu Santo la transformará. Sin embargo esto sólo
funcionará si juzgamos y disciplinamos nuestros pensamientos.
El hombre va formándose por lo que domina sus
pensamientos. Desechemos de nuestra mente los pensamientos negativos, por
ejemplo la autocompasión, la amargura, la envidia, los pensamientos malsanos, y
llenemos nuestra mente de todo lo que es verdadero, justo, puro, de buen nombre…
Luego, tengamos cuidado de no alimentar nuestros pensamientos con ideas e
imágenes malsanas, violentas, perversas, transmitidas por los libros, la
televisión e Internet, ¡Medios de comunicación que a veces difunden lo peor!
También velemos sobre lo que leen, escuchan y ven nuestros hijos
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