viernes, 1 de marzo de 2013

El primer y el postrer Adán


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Rev. Luis M. Ortiz
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán espíritu vivificante.” 1 Corintios 15:45.
El gran apóstol Pablo escribe: “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán espíritu vivificante… El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial”(1 Corintios 15:45-49).Aquí se nos habla del primer y del postrer Adán.

Las teorías humanas acerca de la creación unas son raras, otras incongruentes, otras extravagantes, otras ridículas. El único registro de la creación razonable, confiable y verdaderamente científico lo tenemos en el capítulo 1 del libro de Génesis, en la Biblia. Cada vez que Dios creaba algo quedaba satisfecho y dice el registro bíblico: “Y vio Dios que era bueno.”

En el capítulo 2 del libro de Génesis tenemos un recuento del capítulo anterior con énfasis en la creación del hombre y más tarde de su compañera. “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”(Génesis 2:7). “Y creó Dios al hombre a su imagen”(Génesis 1:27).

Uno lee todo el capítulo 2, y todo ahí es maravilloso, un huerto plantado por Dios mismo, toda clase de deliciosos árboles frutales, ríos que regaban y refrescaban el huerto en los cuales había oro y piedras preciosas, aves que elevaban sus melodiosos trinos, peces que enriquecían las aguas. ¡Espléndido!

Pero dice la Biblia que vio Dios que había algo que no era bueno. “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él… Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán:Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne, ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”(Génesis 2:18, 21-24).

Dios abrió el costado del hombre, sacó una costilla y formó la compañera, la ayuda idónea para el primer Adán. La felicidad fue mayor hasta que no sabemos que tanto tiempo después ambos fueron tentados por Satanás y desobedecieron el mandato de Dios. En Oseas 6:7, dice que el primer Adán traspasó el pacto de Dios. En Romanos 5:14, diceque el primer Adán cometió transgresión y por causa de esta transgresión murió espiritualmente y luego también físicamente, por lo cual entró y reino la muerte en el mundo. En Romanos 5:12, dice queel pecado entró en el mundo por el primer Adán y así pasó a todos los hombres. En 1 corintios 15:20 y 22, diceque en el primer Adán todos mueren.

Las cosas pues no marcharon bien con el primer Adán, pero a Dios no le tomó por sorpresa, Él lo supo de antemano y por lo mismo desde antes de crear el mundo, desde antes de crear al primer Adán ya Él había designado el postrer Adán para que viniera en rescate del primer Adán y de su descendencia. Pero el postrer Adán no podía venir en línea directa del primer Adán.

La palabra Adán significa Hombre. Y el postrer Adán tenía que ser hombre, pero no podía descender directamente del hombre porque en tal caso sería otro hombre, otro Adán como el primero desobediente y pecador y por lo mismo no podía redimir la raza humana. Por esta razón cuando el primer Adán pecó Dios prometió que vendría el postrer Adán, pero que no vendría de la simiente del primer Adán, o sea del hombre, sino de la simiente de la mujer.

En Génesis 3:15, Jehová Dios dijo a la serpiente, o sea al diablo, como sigue: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Es decir, la simiente de la mujer, que es el postrer Adán, heriría a Satanás y a los suyos en la cabeza, les vencería totalmente.

Y ¿por qué el postrer Adán es la simiente de la mujer y no del hombre?, por la portentosa razón de que el postrer Adán no fue engendrado en el seno de la virgen María por ningún hombre, sino que el Espíritu Santo vino sobre ella y el poder del Altísimo le cubrió con su sombra y el Santo Ser que nació fue llamado Hijo de Dios (Lucas 1:35).

El postrer Adán tenía que ser hombre para poder salvar al hombre pecador, pero tenía que ser un hombre sin pecado, y para ser sin pecado tenía que ser Dios. De ahí la necesidad de la encarnación de la segunda persona de la Trinidad: el logos, el Verbo eterno. Que en su manifestación histórica, en su encarnación, fue llamado el Hijo de Dios, pues su humanidad fue engendrada por el Espíritu Santo. El apóstol Juan dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”(Juan 1:14).

Así que el postrer Adán, que es nuestro Señor Jesucristo es hombre porque nació del seno de una virgen. Y es a la vez Dios porque fue engendrado por el Espíritu Santo. El primer Adán es alma viviente, el postrer Adán es espíritu vivificante. El primer Adán es de la tierra, el postrer Adán es del cielo. El primer Adán es cabeza de la vieja generación, el postrer Adán es cabeza de la nueva creación, la Iglesia.El primer Adán pecó, el postrer Adán es impecable. El primer Adán hizo pecadores a todos los hombres,el postrer Adán hace justo a todo aquel que cree. El primer Adán trajo la muerte, el postrer Adán trae la vida. El primer Adán pasó su naturaleza humana, pecaminosa, a toda su descendencia; el postrer Adán imparte su naturaleza divina a sus seguidores. El primer Adán trajo condenación, el postrer Adán trae justificación. El primer Adán perdió la gracia de Dios, el postrer Adán restaura la gracia de Dios. El primer Adán ofendió a Dios, el postrer Adán agradó a Dios. El primer Adán hizo que reinara la muerte, el postrer Adán hizo que reinara la vida. El primer Adán hizo que abundara el pecado, el postrer Adán hizo que sobreabundara la gracia.

Estando dormido el primer Adán Dios abrió su costado, sacó una costilla y formó a su compañera, a su esposa, y él dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”(Génesis 2:23). Estando muerto el postrer Adán en la cruz del calvario su costado fue abierto, y del raudal de su sangre carmesí surgió la Iglesia, la cual será presentada a Cristo, al postrer Adán, como una virgen pura, gloriosa, sin mancha, sin arruga, y santa.

Y con respecto a la Iglesia refiriéndose al postrer Adán dice que “somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos”(1 Corintios 11:2, Efesios 5:25-27, 30).

Así como el primer Adán procreó una raza. El postrer Adán ha engendrado una nueva raza, un linaje escogido, un real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido por Dios, los redimidos con la sangre de Cristo los cuales por medio de un proceso genético debidamente concebido, conocidocomo el nuevo nacimiento, son engendrados por la simiente incorruptible de la Palabra de Dios y Dios le da la potestad de ser hechos hijos de Dios y como tales sus nombre están escritos en el libro de la vida allá en el cielo como miembros de la familia de Dios(Efesios 2:19; 3:15).

Las glorias y privilegios que aguardan a la Iglesia, como esposa del postrer Adán,son inefables, indescriptibles, “cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”(1 Corintios 2:9).

Así como trajimos la imagen del primer Adán, traeremos la imagen del postrer Adán. Lo que es Cristo será la Iglesia, seremos semejantes a Él. Leemos en 1 Juan 3:2, como sigue:“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejante a Él, porque le veremos tal como Él es.”¡Que maravilla, semejantes a Él!

En Filipense 3:20 y 21, dice: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya”.

Lo que herede Cristo hereda la Iglesia, leemos en Romanos 8:16 y 17, leemos: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo”. En Apocalipsis 21:7, dice: “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.”

Jesús hablando con el Padre dice: “Para que todos sean uno; como tú,oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros…La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”(Juan 17:21, 22).

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”(Apocalipsis 3:21).“Y reinarán por los siglos de los siglos”(Apocalipsis 22:5).

Estos no son delirios de grandeza,ni exageraciones, ni fantasías, ni vanas ilusiones, ni metas hipotéticas. Estas son realidades eternas, expresadas por Dios mismo para el hombre, usando la mejor aplicación y la mayor claridad del lenguaje humano en las páginas de las Sagradas Escrituras.Y estas realidades eternas concernientes a la Iglesia, al linaje escogido, a la esposa del Cordero, concebidas en la mente infinita de Dios como su propósito eterno, propósito por el cual Dios trajo a la existencia todo lo demás.Propósito que ha venido desarrollándose en el curso de la historia humana desde el principio, a través del gran plan de las edades, el plan de redención.

Muy pronto estas realidades eternas tendrán su feliz y total consumación cuando “los muertos en Cristo resucitarán primero.Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para a recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:16, 17). Y así la Iglesia habrá de subir y las huestes angélicas harán la pregunta profética que hizo Salomón:“¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de inciensoy de todo polvo aromático?,¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos enorden?,¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado?”(Cantares 3:6; 6:10; 8:5).¿Quién es ésta?¡Es la Iglesia!

Juan la ve, en el libro de Apocalipsis 19:6-8, que la Iglesia sube, cantando un coro de Aleluyas y alabanzas a Dios, y leemos: “Y oí como la voz de una gran multitud, con el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía:¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero (o sea del postrer Adán), y su esposa se ha preparado.Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”

Amados, esto es muy pronto, Jesús dice: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo”(Apocalipsis 22:12).Por esto actualmente el Espíritu Santo ayuda a la Iglesia a esperar al Señor,“y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven” (Apocalipsis 22:17).

Amigo, reciba a Cristo en este momento como su Salvador y sea hecho parte de la Iglesia, que reine con Él por toda la eternidad. Pídale perdón y será transformado. Amén.

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