viernes, 24 de febrero de 2012

La vida sí importa


Para cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad humana es claro que una de las plagas más desastrosas e inmundas de la sociedad en pleno siglo XXI es el aborto. La gran mayoría condena sin reservas la aniquilación de seres humanos en el seno de sus madres.
El documental titulado “El grito del silencio” reveló, por primera vez, las imágenes de una criatura que en el vientre de su madre resiste los embates de diferentes instrumentos quirúrgicos que atentan contra su vida; se ve que la criatura primero trata de huir, luego  mueve sus manos y sus pies mientras “los instrumentos de las muerte” trozan al pequeño cuyos esfuerzos por escapar resultan inútiles. La madre no escucha sus gritos y mucho menos el médico criminal que está practicando el aborto.
 Este documental tuvo un impacto impresionante en la gente. Un médico joven que había practicado más de diez mil abortos, vio este video  y nunca más realizó otra práctica abortiva. Una mujer que luchaba por el “derecho de la mujer al aborto” quedó tan impresionada con el documental que se arrepintió de su lucha.
 Los abortos, por lo general, se producen antes de los cuatro meses. Para entonces la criatura ya respira, su corazón palpita, cierra las manos, dobla los dedos de los pies, da vueltas y siente dolor. Con el método de succión los fetos son arrancados de la matriz, aspirados con un tubo de borde afilado. Esta potente succión que es 29 veces más potente que una aspiradora doméstica desgarra el cuerpo del nonato. El método de legrado no es menos sanguinario: se rasga la mucosa uterina con una cuchara cortante con la que se despedaza al feto. El método salino quema la criatura mediante el efecto cáustico de la sal, dejando el cuerpo de carne viva. Como última alternativa queda el método de la histerotomía (operación cesárea), en caso de que la criatura este demasiado desarrollada (4 a 6 meses), se abre el abdomen de la madre quirúrgicamente y se extrae a la criatura, que a veces está llorando. Pero el objetivo es dejarlo morir asfixiándolo con una toalla. 
 La lucha contra el aborto es denodada. Pero el primer argumento que se levanta siempre contra la posición anti aborto es: ¿Qué sucede en los casos de violación y/o incesto? Tan horrendo como quedar embarazada debido a una violación o incesto es cortar una vida. Si existe un error, ¿por qué incurrir en otro? Dos errores no hacen un acierto. El niño que llega a ser resultado de la violación o incesto tiene tanto derecho como cualquier otro a la vida. Este niño no debe ser castigado por los actos malvados de su padre.
 El segundo argumento que usualmente se levanta contra la posición anti aborto es: ¿Qué sucede cuando la vida de la madre está en riesgo? Lo primero que hay que precisar es que el porcentaje de este tipo de casos es tan mínimo que representa menos de una milésima parte de los abortos hechos en el mundo actual. Existen muchísimas más mujeres que tienen abortos por razones más frívolas y superficiales. En segundo lugar, hay que tener presente que Dios es milagroso. Él puede preservar la vida de una madre y su bebé a pesar de que todos los pronósticos médicos estén en contra.
 En el 99 por ciento de los abortos ejecutados en el mundo actual, la razón es el supuesto “control natal retroactivo”. Muchas parejas deciden no tener al bebé que han concebido y determinan el aborto, en vez de enfrentarse con la responsabilidad. Esta es una maldad extrema. Aún en el 1% de las situaciones más difíciles, el aborto nunca debe ser una opción. La vida del ser humano en la matriz vale cualquier esfuerzo que le permita llegar al término de su proceso de nacimiento.
 Las maniobras abortistas
Los abortistas han maniobrado para confabularse en contra de quienes luchan por la vida. Uno de ellos, Bernard Nathanson, un médico norteamericano abortista arrepentido de su pasado, confesó que buscaron apoderarse de los medios de comunicación para convencerlos de que la causa proaborto favorecía al liberalismo. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguir apoyo suficiente, basado en números falsos sobre los abortos ilegales que se producían anualmente en Estados Unidos. Esta cifra era de cien mil aproximadamente, pero la que reiteradamente se proporcionó a los medios de comunicación fue de un millón.
 Otro mito que el grupo de Nathanson extendió entre el público es que el cambio de las leyes solamente implicaría que los abortos que se practicaban ilegalmente, pasarían a ser legales. Pero la verdad es que actualmente, el aborto es el principal medio para controlar la natalidad en Estados Unidos. Y el número anual de abortos se ha incrementado en un 1500%, 15 veces más.
 La segunda táctica fundamental fue jugar la carta del anticristianismo y la tercera táctica denigrar o ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción. Así se comportan los abortistas, pero frente a eso está la poderosa Palabra de Dios.
 La única salida
Muchos llevan la carga de haber participado directa o indirectamente en prácticas abortivas o en otros pecados, pues no hay paz para ellos. Jesucristo dijo:  Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". (Mateo 11:28).

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