Respondiendo Jesús le
dijo: de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver
el reino de Dios.” Juan 3:3.Para ser salvo debes darle la espalda al pecado,
creer en la muerte y resurrección de Jesús, y recibirlo como Señor y Salvador de
tu vida.
Paso a paso, trata de
seguir el siguiente proceso. Primero, debes reflexionar sobre tu vida y entonces
abandonar todo aquello que contraría la voluntad de Dios. Este alejarse de las
actitudes egoístas y entregarse a Dios se llama arrepentimiento (Mateo 3:7–10;
Hechos 3:19).
Segundo, debes
reconocer que Jesús murió en la Cruz para perdonar tus pecados. Acéptalo como
Salvador para que te limpie de pecado, como el sustituto que pagó tus culpas
(Romanos 5:9, 10; Tito 2:14).
Tercero, debes pedirle
que se convierta en el Señor de tu vida, reconociendo abierta y públicamente que
Jesús no solo es tu Salvador, sino tu Señor (1 Juan 2:23).
La Biblia dice que a
todos los que le recibieron les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan
1:12). Así que, cuando le recibes y le abres tu corazón, se introduce en él —en
tu ser interior— por medio del Espíritu Santo, y comienza a vivir en ti. Desde
ese momento es tu privilegio y llamado confesar lo que Dios ha hecho por tu vida
(Romanos 10:9).
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