miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Por qué somos tentados?

Muchos nos hemos preguntado por qué somos seducidos por el mundo y mucho más cuando estamos en los caminos del Señor.
Haciendo referencia a la cita bíblica en la que Jesucristo es tentado en el desierto podemos destacar algunos puntos importantes. Hay cosas malas que se tienen que confrontar y a veces la tentación experimentada es una oportunidad no para caer en las cosas malas, sino para confrontarlas y no hay mejor manera que confrontar la tentación con un definitivo y rotundo no.
Además, no podemos esperar un milagro para recién empezar a creer en el poder de Dios. Los hijos de Dios no podemos caer en esa tentación de querer que El haga los milagros que a nosotros se nos ocurran y caer en el papel de hijos de Dios presumidos a veces hasta damos órdenes a Dios.
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Hacernos creer que es suficiente con nuestra independencia y voluntad propia es la primera tentación a la cual estamos sometidos cada día. Recordemos que Satanás retó a Jesús a producir su propio alimento.
La Presunción. El relato bíblico nos dice: le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: “Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti. Los judíos amaban las señales y milagros espectaculares y esa era una oportunidad para que Jesús presumiera de cómo Dios lo amaba rescatándolo al tirarse del templo. Más con autoridad Jesús le dijo: “No tentarás o pondrás a prueba al Señor tu Dios”  Citó Deuteronomio 6:16.
La seducción “Le mostró todos los reinos del mundo y su gloria y le dijo: “Todo esto te lo daré si postrado me adorares”.  Esta seducción es idolatría.  Idolatría es todo aquello que le quita el lugar, el tiempo y la prioridad a Dios y Muchos están cayendo en esa última tentación.

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