Una pareja de misioneros de Texas fue asesinada en su hogar
en las afueras de Monterrey, informaron el miércoles la embajada de Estados
Unidos y familiares. La embajada identificó a la pareja como John y Wanda
Casias.
Valerie Alirez, la hija mayor de John Casias, dijo a The
Associated Press desde su casa en Greeley, Colorado, que uno de sus hermanos
encontró el martes a su padre y su madrastra muertos en su casa en Santiago,
Nuevo León.
La familia era originaria de Amarillo, Texas, pero Alirez
dijo que su padre y su madrastra se mudaron a México en 1979.
John Casias era un predicador bautista y la pareja dirigía
la Primera Iglesia Bautista Fundamentalista Independiente en Santiago, dijo.
Shawn Casias, quien vive en Monterrey, dijo que fue a casa
de sus padres hacia las cuatro de la tarde del martes a recoger un remolque.
Después de haber conectado el remolque afuera, se dirigió a la casa para
despedirse.
Fue entonces cuando vio por primera vez a Wanda Casias en el
suelo. La mujer tenía un cable eléctrico alrededor del cuello y una herida de un
objeto contundente en la cabeza.
En la vivienda faltaban un par de computadores, un televisor
de plasma y una caja de seguridad removida de la pared.
El Chevrolet Suburban de la pareja tampoco estaba y lo
primero que Shawn Casias pensó era que su padre había sido secuestrado.
Apenas unas cuatro o cinco horas más tarde, un investigador
forense le informó que habían hallado a su padre, también con un cable eléctrico
alrededor de su cuello, en un almacén de otro pequeño edificio en la propiedad.
Casias dijo que su cuñada en Dallas había hablado con su
madre hacia las 11 de la mañana del martes y todo estaba en orden. Así que él
cree que sólo hubo un período de unas cinco horas en las que todo pudo haber
ocurrido antes de que él llegara.
La pareja mantenía una página en Internet, www.casias.org,
con detalles sobre su vida y trabajo como misioneros. John Casias tenía 76 años
y Wanda Casias 67 años.
En enero de 2011, una pareja de Texas, cuyos integrantes
trabajaban como misioneros en México desde hace tres décadas, fue atacada en un
retén ilegal en una de las zonas más violentas del país, en la carretera que
conecta a San Fernando con la ciudad fronteriza de Reynosa, en el estado de
Tamaulipas.
Nancy Davis, de 59 años, fue fatalmente baleada en la cabeza
mientras su esposo, Sam, trató de huir de los pistoleros, que presuntamente
pertenecían a algún cártel del narcotráfico y posiblemente querían robarle su
camioneta, dijeron en su momento las autoridades.
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